*Al menos dos terceras partes del país padecen por falta de agua, principalmente en el norte
MÉXICO.- México suma cinco meses con dos terceras partes o más del territorio con sequía, y ni los dos meses que lleva la temporada de lluvias han logrado mitigar el problema, principalmente en la zona norte del país.
Esta anomalía climática empezó a afectar al país a mediados de febrero. A partir del corte quincenal del 28 de ese mes, el Monitoreo de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó que 815 municipios ya tenían una sequía anormal y 380 un grado de moderada a extrema, es decir 66.21 por ciento de la superficie nacional.
Desde esa fecha, Aguascalientes y Sinaloa ya tenían afectación en todo su territorio, seguido por Nayarit con 98 por ciento.
Al corte del 15 de julio, la Conagua informó que 70.1 por ciento de la superficie nacional tiene daños. Guanajuato, Nuevo León y Zacatecas tuvieron el peor incremento.
Los niveles de sequía comenzaron ya a afectar el suministro de agua potable, al encontrarse las presas por debajo de los niveles normales, aunado a crisis en el campo y la ganadería.
Monterrey es la urbe que más ha sufrido por falta de agua potable, pero esta condición se puede replicar en Ciudad Juárez, La Paz, Los Cabos y Tijuana, entre otras, alertó Rubén Muñoz Álvarez, presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento de la Cámara de Diputados
El legislador expuso a Alfredo González e Isaías Robles, en A Fuego Lento de El Heraldo Radio, que ya no se puede postergar la inversión en el tema del agua.
“Hoy México debería de estar haciendo inversiones anuales de 80 mil millones de pesos para poder enviar más recursos al campo mexicano, (y) para que empecemos a combatir la inmoral fuga que se da en las ciudades mexicanas, donde perdemos la mitad de agua que ponemos al servicio de la población”, señaló.
En cuanto a la ganadería, en Durango, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Puebla y Zacatecas se ha reportado la pérdida de reses, y en algunos casos se encuentran delgadas. Las que están en mejores condiciones las venden a un costo menor de su valor real.
Incluso, las uniones ganaderas de cada entidad han optado por llevar al rastro a las de menor linaje antes de que mueran por sed y hambre.
Además, organizaciones campesinas en Aguascalientes, Puebla y Zacatecas dejaron de sembrar granos como maíz, trigo o frijol por la falta de agua.
CON INFORMACIÓN DE HERALDO DE MÉXICO
