La familia de la víctima asegura que el ataque fue desmedido y brutal
60 disparos fueron los que recibió un hombre de color por parte de la policía de Ohio, la cual lo perseguía después de que ignora un semáforo en rojo en la comunidad de Akron.
De acuerdo con el abogado de la familia de la víctima, los oficiales habrían hecho uso de la fuerza de forma desmedida en contra de la víctima, después de que esté tratara de huir de los uniformados.
El legista sostiene que la evidencia de esta agresión quedó grabada en la cámara de vigilancia que llevan los policías justo en el pecho.
De acuerdo con la policía de Acron, el ahora fallecido se habría pasado un alto, por lo cual le pidieron que se detuviera. Unos metros más adelante, el hombre, que se llamaba Jayland Walker, frenó y bajó del vehículo. Cuando los agentes se acercaron a él, decidió correr.
Ante esto, los uniformados dispararon en contra de él en al menos 60 ocasiones, lo cual le generó a la víctima diversas lesiones de las que no se pudo recuperar.
Los agentes que accionaron sus armas aseguraron que Walker actuaba de manera sospechosa y que cuando fue abatido llamaron a una ambulancia para que se le atendiera.
Los paramédicos confirmaron el fallecimiento del hombre en el lugar. Los peritos se llevaron los restos de Jayland al forense para la necropsia correspondiente.
La defensa de los Walker asegura que no había justificación para disparar en contra de él, debido a que este no llevaba nada en las manos.
Otro de los contrastes entre las autoridades y la familia del fallecido es que los oficiales aseguran haber disparado contra el auto de la víctima, pero los cercanos al hombre aseguran que la unidad no fue dañada en lo más mínimo.
Finamente, el legista estimó que se habrían hecho entre 80 y 90 detonaciones, de las cuales al menos 60 le dieron a su cliente.
