Sin Filtros; Por: Brenda Ramos
Ciudad Victoria Tamaulipas. – Vendidas, corruptas, traidoras ¡Fuera! ¡Fuera! Gritaban fúricos los presentes en las galerías del congreso local contra las diputadas de MORENA Nancy Ruiz y Leticia Vargas; la bomba estalló con esta última quien el día de hoy se cambió de bando, dejando atrás el movimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador y anunció su adhesión al PAN.
Desde hace tiempo ambas diputadas se separaron de su partido excusadas pues a su punto de vista en la bancada de MORENA se vivían conflictos internos, desunión, traiciones y muchas más descalificaciones que en su mayoría volcaron para el entonces líder de la JUCOPO el diputado Armando Zertuche, pero las traidoras fueron ellas, quienes desde las sombras fraguaron y pactaron con el señor de los cuernos que junto a los panistas y prianistas serian partícipes en robarle ilegalmente el control del congreso del estado.
Durante todos estos meses, Leticia Vargas y Nancy Ruiz han navegado con doble bandera; a la desertora incluso la vimos en numerosos eventos de campaña acompañando a Americo Villarreal, pero al regresar al congreso local, se quitaba la careta apoyando abiertamente todas las decisiones del PAN, dictadas directamente del gobernador Cabeza de Vaca.
Con esta decisión, la diputada le ha puesto el último clavo al ataúd de su carrera política, defraudando a los electores quienes le dieron su respaldo en urnas para legislar con ideales izquierdistas. Leticia se ha convertido en “apestada” pues nadie quiere a los traidores y tendrá que llevar esa marca por el resto de su vida.
¿Cuánto costó su dignidad? Solo es cuestión de tiempo para que esa información salga a la luz; a quienes observamos el mundo de la política ya no nos sorprende enterarnos que los servidores públicos corruptos acepten millones de pesos, puestos, propiedades etc. por este tipo de cambios de partido, que, si bien en su momento estas “recompensas” resultan tentadoras, la mayoría pronto acaba en la miseria.
Es lógico, si no tienen la inteligencia, astucia y mucho menos decencia, al cambiar el aprecio del pueblo, carreras prometedoras, vaya cualquier tipo de confianza en futuros proyectos dentro o fuera de la política, por unos cuantos pesos ahora, que al aceptarlos solo dejan en evidencia su falta de razonamiento, juicio y raciocinio mucho menos podrán administrar esa pequeña fortuna que se les irá como agua entre los dedos.
Como comúnmente se dice, Leticia cambió lo más por lo menos,” se vendió por un plato de lentejas” y se va al basurero político junto con el cabecismo y su líder en Tamaulipas, quienes están moral y electoralmente derrotados.
Ojalá y que invierta su recompensa en unos carritos sandwicheros, porque en la política fue su debut y despedida, pronto se dará cuenta que en el PAN solo fue desechable, pues con la derrota en urnas de este pasado 5 de junio, no pueden garantizar el futuro de su partido, menos lo harán de una diputada local que no duda en traicionar ante cualquier hueso que le ofrezcan.
