Ni la maestría en Harvard, salvará a Carlos Peña
Fuentes Fidedignas. Por: Isaias Alvarez
Carlos Víctor Peña Ortiz ‘El Makito’ explotó contra sus opositores políticos y contra la prensa asegurando que hay “guerra sucia en su contra”, ya que no ha sido de su agrado que se dé a conocer a los ciudadanos de Reynosa a los cuales pretendía mantener en la ignorancia y desinformación, que es prófugo de la justicia, pues enfrenta una orden de aprehensión, que podrá ser ejecutada en cualquier momento ya que el Primer Tribunal Colegiado, del Décimo Noveno Distrito le negó su amparo número 14.
El berrinche se dio, además, porque en su ignorancia, arbitrariedad y abuso para los reynosenses, se estuvo dando a conocer, cómo el cabildo de Reynosa, estaba siendo cómplice de Carlos al violar el código municipal, los artículos 33 al 38 respecto al tiempo y causas de su licencia, ya que esta expiró, por lo cual el alcalde suplente Jose Alfonso Peña estaba usurpando funciones en el ayuntamiento, y era urgente y necesario que se enviara una terna al congreso para elegir a un nuevo presidente municipal.
Como si no fuera suficiente esta grave falta y violación a la ley, con tal de reincorporar ilegalmente a Carlos al ayuntamiento, se aprobaron las sesiones de cabildo por zoom, ya que aseguraban el alcalde y otros miembros del cabildo habían contraído COVID19, pero de una manera completamente negligente, realizaron una “sesión de cabildo infantil”, con más de una docena de niños en la sala infectada de esta enfermedad, la cual por no “tener la adecuada ventilación” no se podría usar, a lo cual, si alguno de los infantes se contagia de la enfermedad, serían acreedores a multas de hasta cientos de miles de pesos, para reparar el daño y la negligencia de este acto.
El circo que Carlos está armando, es igual al de Samuel García en Nuevo León, que grita , llora y patalea, pues asegura no tener la culpa de lo que pasa en su estado, muy al estilo escena de la familia peluche cuando Excelsa dice su frase: “Y yo por qué si solo soy la sirvienta” , se imagina a Samuel diciendo, “Y yo porqué si solo soy el gobernador” , quien se quiere deslindar de responsabilidades, y pide que no le mienten la madre a él sino al bronco, ahora se puso a pelear con los gobiernos de otros estados, reclamándoles que “no mandan una chingada despensa” a Nuevo León por la crisis de la sequía.
Por el mismo camino va Carlos, si él sólo violó la ley al abandonar su cargo por más de los días que establece el código municipal, e hizo cómplice al cabildo, al no enviar la terna al congreso para sustituirlo, y volvió a violar la ley al regresar, además claro está de ser prófugo de la justicia, prefiere asegurar que le tienen tirria a aceptar que su gobierno ahora espurio, es un desastre, pues aunque en algún momento las cosas apuntaban a que Carlos sería un buen gobernante, su soberbia e inmadurez lo llevaron a tomar las decisiones incorrectas, aunado a que se rodea de empleados con desempeños patéticos como lo es el Secretario del Ayuntamiento José Luis Márquez, que no ha sido capaz de mostrar los resultados de la prueba de COVID del alcalde y ni siquiera se ha entregado el acta donde Carlos Peña pidió licencia a miembros del cabildo aún y cuando se ha solicitado por escrito.
El alcalde suplente Jose Alfonso Peña y demás miembros del cabildo que ni siquiera se saben los artículos básicos del código municipal, el gerente de COMAPA Reynosa Alfonso Javier Gómez Monroy, (hermano de la fichita al frente educación Mario Gómez Monroy) que tiene a la ciudad llena de socavones, brotes de aguas negras pero sin agua potable en sectores vulnerables, además de manifestaciones; y otro es el director de comunicación, a quien cuando se le cuestiona sobre Carlos Peña, para que de esa manera se publique la información correcta, simplemente no contesta, pero eso sí, luego andan llorando cómo Samuel, que todos están en su contra.
Bien dice el presidente Andrés Manuel: “Imagínense, los que han estudiado en Harvard o en otras universidades del extranjero y aprenden a robar, a eso van, o a ayudar a que roben otros y que ellos reciban migajas del botín. ¿Para qué entonces estudiar en esas circunstancias? Pero existe esa mentalidad, es una mentalidad elitista, clasista, racista”
De que le sirvió a Carlos la maestría en Harvard, para terminar con un gobierno espurio y prófugo de la justicia.