Por: Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- En otra entrega sostuvimos que la incursión de figuras panistas en el conflicto tamaulipeco se originaba por un prosaico interés con Francisco García Cabeza de Vaca, por arreglos personales; que la entidad, a pesar de su población de 3.5 millones de habitantes, tiene menos relevancia electoral que Oaxaca, a donde no se metieron. Hoy se presenta una razón más para descartar a Tamaulipas del mapa estratégico de campañas nacionales.
Al decir esto no afirmamos que ya no deban buscarse las victorias ni defenderse. Eso sería salirse de contexto. Solo citamos un hecho que conocen los operadores electorales: que, para ganar la presidencia en 2024, los estados clave son la Ciudad de México, el Estado de México, Jalisco, Veracruz y otros del sur.
Está en marcha, pues, un proyecto de redistritación nacional para rehacer las regiones electorales con base en datos actualizados de población, ya que la gente se mueve y unos territorios se despueblan y otros aumentan. En este plan Tamaulipas pasará de tener 9 distritos a solo 8.
De momento, esa es la propuesta para el estado, el cual no gana sino pierde un representante en el Congreso de la Unión. De aprobarse, tendrá efecto en la elección federal de 2024, cuando se verifique la sucesión de López Obrador y cambien las cámaras de diputados y senadores.
Imposible decir una palabra sin la subjetividad que provoca la lucha política, y sobre todo, el sentido de pertenencia. Habrá quien lo considere muy positivo para su partido, incluso para el estado. Pero seamos honestos: ocho es menos que nueve, y entonces perderemos fuerza en los centros de poder.
Ahora que se padece sequía, inflación, crisis económica, Tamaulipas tendrá menos votos a su favor en la Cámara de Diputados.
Ahora que se requieren recursos adicionales para grandes proyectos, como el acueducto de Victoria, el equipamiento de hospitales y las reparaciones al dique del sistema lagunario de Tampico, habrá menos representantes.
Ahora que ha llegado por segunda vez la alternancia política, en sólo seis años, y que la gente pide justicia contra los saqueadores del PAN, habrá menos representante en la Cámara Baja.
Conviene recordar que el propio Presidente López Obrador tiene la intención de enviar una iniciativa de reforma para reducir de 500 a 300 el número de diputados federales. En el caso de Tamaulipas, esa idea encaja con la eliminación del distrito.
Pero el que ahora deja en 8 el número de diputados proviene del Instituto Nacional Electoral (INE), que cada cierto tiempo redistrita el mapa de representante del país de acuerdo con los cambios poblacionales. Se busca, en este caso, que tengan voz las regiones con más habitantes que acaban de formarse.
En el proyecto del INE (que requiere todavía la aprobación de los consejeros electorales) no se modifica la redistritación del Congreso Local. Quedan, por lo tanto, los 22 distritos que hoy se conocen.
Pero, a nivel federal, el territorio distrital se achica: desaparecerá el sexto distrito, con cabecera en Mante, según la propuesta del INE.
En esa iniciativa le retirarán a Ciudad Madero la cabecera del séptimo distrito, ya que el municipio pasará a formar parte del octavo, con cabecera en Tampico.
De acuerdo con Sergio Ruiz Castellot, presidente del Consejo Local del INE en Tamaulipas, el propósito es que cada distrito cuente, en promedio, con 450 mil electores. No existe ninguna motivación de tipo partidista ni de interés de grupo en estos cambios.
No lo habrá, pero sobran los malpensados que verán en esta maniobra un respaldo a los intereses de Acción Nacional, sobre todo en la extinción de Madero como cabecera del séptimo distrito. La urbe petrolera es morenista; con el traslado a Tampico de la representación, ganan los panistas.
Otra interpretación señalaría una disminución en la influencia del Truko en elecciones federales, ya que Mante dejará de tener distrito propio en el nuevo mapa de representantes. Junto con Xicoténcatl, los Verástegui llevan al menos 12 años en el poder municipal e influyen en la designación de candidato a diputados.
De acuerdo con el plan, los municipios que antes integraban el distrito de Mante se repartirían entre Ciudad Victoria y Tampico.
Todavía es pronto para cantar ventaja a favor del PAN con la nueva redistritación. En las últimas elecciones, los programas sociales de la Federación han jugado un papel cada vez más decisivo en la satisfacción ciudadana. Eso, combinado con los pésimos candidatos del PAN y sus aliancistas, le ha abierto camino a Morena para ganar posiciones.
La única posibilidad de Acción Nacional de recuperase (pues la victoria del doctor Américo Villarreal, aunque clara y amplia, revela un alto porcentaje de electores conservadores), la última llamada del panismo es renovándose desde el interior, tirando a la basura todo lo que huela a Cabeza de Vaca.
Pero eso, en este año, es una misión imposible para los panistas.
