En Fresnillo, criminales queman casas a familias que no pagan piso: obispo de Zacatecas
Monseñor Noriega dijo que las familias están abandonando sus hogares porque “viven secuestrados en sus casas” por la violencia y se están desplazando forzosamente a otros lugares del país, donde se sienten más seguros.
ZACATECAS, Zac. (apro).- En la ciudad de Fresnillo hay colonias que comienzan a quedarse sin habitantes debido a las extorsiones y amenazas, denunció el obispo católico Sigifredo Noriega Barceló.
“En Fresnillo, el comentario de las parroquias en las que he estado es ese, la gente, sobre todo en ciertas colonias se está desplazando forzadamente, ¿por qué? si no pueden pagar el cobro de piso les queman la casa. No hay autoridad que pueda poner orden”, declaró.
Monseñor Noriega dijo que las familias están abandonando sus hogares porque “viven secuestrados en sus casas” por la violencia y se están desplazando forzosamente a otros lugares del país, donde se sienten más seguros.
El obispo de Zacatecas vivió en carne propia el ser detenido, el jueves 23, en un retén montado por un grupo delictivo cuando viajaba a bordo de un vehículo en la carretera a Tenzompa, municipio de Huejuquilla el Alto, Jalisco.
“Me habían platicado sacerdotes que, para ir a comunidades, tenían que pasar por retenes ilegales, a mi es la primera vez que me toca en vivo”, dijo el prelado, al informar que no sufrió ningún daño.
Y agregó: “Me sentí impotente y me sentí triste, no por mí, por lo que está pasando en México (…) Hay mucha gente que está padeciendo eso mismo y no solo en el norte de Jalisco, sino en el sur de Zacatecas, en el este y oeste de Zacatecas, en el norte, se ha vuelto una realidad cotidiana que personas civiles, se hagan pasar por policías o por militares”.
El obispo hizo un llamado a las autoridades del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador a que cambie la estrategia de seguridad, al considerar que es “un fracaso” su plan de “abrazos, no balazos” debido a que la violencia ha aumentado y provocado un mayor sufrimiento a la gente.
“Es necesario un cambio de estrategia porque esto se nos está yendo de las manos y no sabemos cómo va a terminar. No puede haber transformación cuando no se conoce lo que se va a transformar, la corrupción es cuestión también de muchas omisiones”.