El pleito por la jucopo
Por Oscar Díaz Salazar
Al inicio del periodo para el que fueron electos los diputados locales de Tamaulipas, al principio de la legislatura en funciones, la Ley sobre la Organización y Funcionamiento Internos del Congreso del Estado Libre y Soberano de Tamaulipas, establecía que la Presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), se otorgaría a un diputado emanado del partido o coalición que hubiera obtenido más triunfos en los 22 distritos del Estado.
La presidencia y el control de la Jucopo, la definían los votos, los triunfos, y por ende, la voluntad de los electores tamaulipecos, y se asignaría a un diputado de la fuerza política que fue mayoría en el recuento de votos y/o triunfos distritales.
A iniciativa de los panistas, y con la complicidad de algun@s diputad@s de morena/PT, la ley que regula la vida interna del Congreso del Estado fue reformada para que la presidencia de la jucopo se Re definiera a partir de una votación de los diputados, por mayoría simple. Con el voto de panistas, priistas, de las dos diputadas que llegaron con el registro de morena y que se cambiaron al PAN desde la sesión inaugural de la legislatura, más los votos de dos o tres legisladores pseudo morenistas, pero alquilados a la Vaca Salvatrucha en la modalidad de pago por evento o “pay per view”, la reforma hizo posible la llegada del panista Félix “Moyo” García a la presidencia de la jucopo. La máxima del derecho que prescribe la No retroactividad de las leyes, fue ignorada olímpicamente por los panistas y sus cómplices, y en este mismo tema, la defensa del grupo parlamentario de morena consistió en interponer juicio ante la suprema corte de justicia, un poder que ha dadá reiteradas y muy claras muestras de bailar al son que le toca el señor Francisco N.
Con la derrota del PAN y la fauna que lo acompaña, los diputados panistas perciben que está muy cerca el tiempo en que tengan que ceder la presidencia del órgano de gobierno del poder legislativo, y por eso es que hoy pretenden reformar nuevamente la ley órganica del Congreso local, para establecer ahora, que la jucopo está en sus manos, que la elección para definir la presidencia pase a mayoría calificada, es decir que solo con su voluntad sea posible el cambio, siendo que el espacio lo arrebataron con mayoría simple.
Los panaderos se preparan y actúan para mantener el poder más allá del tiempo en que legitima y legalmente podían ejercerlo.
Acciones cómo está las veremos hasta el último día en que Francisco N tenga poder. Por eso es urgente y necesario que el poder perjudicial resuelva en definitiva el tema del desafuero, para liberar las órdenes de aprehensión y poner freno a tanto abuso, tanto saqueo y desorden.