De niño no pensaba ser presidente, pero era muy feliz: AMLO
El mandatario resumió parte de su infancia y etapas de estudiante al ser cuestionado sobre el tema durante su conferencia de prensa mañanera.
MÉXICO.- Al recordar que su infancia en Tabasco fue humilde, pero feliz, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló este miércoles que de niño no tenía aspiraciones de ocupar la silla presidencial, y que fue hasta sus tiempos en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que afianzó sus “ideas en favor de la justicia”.
“Recuerdo con mucho cariño a mis maestras, a mis maestros. No pensaba ser presidente, pero era yo muy feliz, muy feliz. Usábamos zapatos nada más para ir a la escuela porque en Tabasco, antes, aunque se tuviese para comprar un par de zapatas, nosotros por lo general estrenábamos en la fiesta de agosto, y no lo aguantábamos mucho porque nos hacía ampollas. No se usaba mucho el zapato por el calor. Uno siempre andaba descalzo y también sin camisa”, compartió en Palacio Nacional.
El mandatario resumió parte de su infancia y etapas de estudiante al ser cuestionado sobre el tema durante su conferencia de prensa mañanera. Explicó que su pasatiempo desde niño fue jugar béisbol, nadar en el río y escuchar en la radio las crónicas deportivas del Mago Septién y las radionovelas.
“En la mañana, al medio día y en la tarde. Por ejemplo, al medio día, a la una, Kalimán (risas). Ya después ya supe que era Pelayo, ¿Cómo se llama? Luis Manuel Pelayo: ‘serenidad y paciencia’, diría Kalimán. ¿Cómo es, ‘mi querido Solín’? Mi pequeño Solín”, dijo.
Contó que después de estudiar la primera tuvo que cambiar de domicilio para estudiar la secundaria en Macuspana, a la cabecera municipal; luego, la preparatoria en Villa Hermosa y la universidad aquí, en la UNAM, en Ciencia Política.
“Y también, muy feliz. Aquí fue ya donde afiancé mis ideas en favor de la justicia, pero quien influyó mucho fue un maestro de secundaria, siempre lo platico, todavía vive mi maestro, el maestro Lara Laguna, nos daba clase de civismo y en ese entonces se llevaba un libro que se llamaba ‘El buen ciudadano”. Y el primer año era verde, el segundo blanco y el segundo rojo.
El maestro Rodolfo Lara Laguna, originario de Morelos, participó en movimientos sociales y a la par de dar clases en la secundaria federal estudiaba derecho.
“Y me tocó ver a mi maestro en huelga de hambre en el 68 y luego lo encarcelaron”, dijo
CON INFORMACIÓN DE HERALDO DE MÉXICO