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Votacion: Escenarios posteriores

Por: Mauricio Fernández Díaz

Le esperan duras pruebas al candidato ganador en Tamaulipas

Ciudad Victoria.- Mientras llega el día de los comicios, desde este momento, podemos afirmar que el próximo gobernador será o Américo Villarreal o César Verástegui; Arturo Díez Gutiérrez, lo reiteramos, no tiene posibilidades a favor. Es más, todo mundo ya se mentaliza de cómo será su vida en los próximos años con uno o con otro, pues no quieren enfrentar sobresaltos.

Los que deberían hacer ese ejercicio son, precisamente, el candidato de Morena y aliados, y el del PAN y los suyos. Los escenarios para cada uno son muy diferentes; los desafíos del Truko como gobernador no serán los mismos que los del doctor, y viceversa. El ganador se lleva el pastel, pero solo los incautos creen que la fiesta dura seis años. Viéndolo bien, solo durará la noche del 5 de junio, porque el resto del tiempo se presenta duro y difícil.

Esos conflictos ya los han vivido en las mismas campañas electorales, minadas de escándalos y denuncias. Pero no son los únicos ni terminan después de la elección. Ganar la gubernatura de Tamaulipas es como “la rifa del tigre”, y mal hará el aspirante que se eche a descansar después de obtener el triunfo. Hay expectativas muy altas en el próximo mandatario.

Si ese es Américo Villarreal Anaya, abanderado de la coalición Morena-PT-Partido Verde, hará historia como el primer político de izquierda que gana la gubernatura de Tamaulipas. Hablamos estrictamente de historia política, de competencias electorales, no de logros. Esos deberá demostrarlos a lo largo de su administración.

En ese caso, tendríamos también un poder Ejecutivo políticamente contrario al poder Legislativo. Si bien Morena y el PT ganaron 20 diputaciones locales el año pasado, es decir, la mayoría, tres de ellos desertaron para pasarse al PAN, y ahora la 65 Legislatura la controla Acción Nacional aliado con el PRI.

Por si fuera poco, dos diputados morenistas, Marco Gallegos Galván y Jesús Suárez Mata, en franca rebeldía o en sospechosa independencia, votan ahora en favor de las propuestas del PAN.

Este Congreso Local, de oposición a Morena, puede ejercer todas sus atribuciones de fiscalización, revisión, auditoría, exhortos, extrañamientos y hasta correcciones al gasto y el presupuesto estatal. Podemos anticipar que desde el primer día le “pintarán la raya” al gobernador Américo: “De aquí, no pasas”.

El doctor Villarreal deberá tomar decisiones perfectas, impecables de legalidad, pues también tendrá en contra al Fiscal General, al Fiscal Anticorrupción y a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, todos estos en manos panistas. No queremos ni pensar lo que harán si algún perredista o del Verde, convertido en secretario, emplea a familiares, asigna contratos incorrectamente o abusa de los vehículos y recursos del estado.

Como las simpatías están casi parejas, habrá un alto porcentaje de personas que no apoyarán al ganador. Estos se dedicarán a exigir soluciones casi desde el primer día. El doctor Villarreal Anaya podría vivir una situación similar a la del alcalde Eduardo Gattás, a quien presionan grupos de interés con plantones y protestas en palacio, sin ahorrarse provocaciones, como dejar basura frente a las oficinas de gobierno.

Y estarán los temas candentes y siempre dolorosos de la seguridad y la salud. Una limpia a la Policía Estatal parece indispensable, y la entrega inmediata de medicamentos e insumos a hospitales estatales le perseguirá desde el primer día. A él, como médico, se lo demandarán con mayor razón.

Al ingeniero César Verástegui tampoco le pintan las cosas de color rosa. Su victoria tendrá resonancia en el panismo nacional, ya que el partido se considera perseguido por el gobierno federal, particularmente en Tamaulipas. Ganarle al oficialismo, entonces, tendrá un gran mérito.

Pero, después de ese hito, vendría la cruda realidad para el Truko.

Verástegui, como gobernador panista, deberá negociar con un gobierno federal muy inclinado a Morena; el régimen no esconde su preferencia por los estados donde manda su partido. Tampoco es descartable alguna acción judicial contra excolaboradores de García Cabeza de Vaca, ya que hay señalamientos de la Auditoria Superior de la Federación a algunas dependencias, como la SET.

Recursos para salud, al menos para que los administre su gobierno, no tendrá ninguno. El nuevo sistema se llamará IMSS-Bienestar, y tendrá la finalidad de asegurar el acceso universal a los servicios médicos. Con el tema del agua será lo mismo; la política federal es centralista y no prevé obras de infraestructura hidráulica para los estados. Samuel García, de Nuevo León, ya lo intentó, pero no tuvo éxito.

El caso Francisco García Cabeza de Vaca puede convertirse en una sombra que cubra su administración. El expediente del actual gobernador no está cerrado, y un eventual encarcelamiento y exhibición pública minaría la imagen del panismo. Eso generaría un ambiente para que Morena gane la mayoría del Congreso Local y se extienda por los municipios en 2024. Así, el Truko gobernaría con muchas resistencias los últimos tres años.

En medio de esas dificultades, en un estrecho margen, tanto Américo Villarreal como César Verástegui podrían entregar una obra de trascendencia a los tamaulipecos. Pero no será precisamente como quitarle el dulce a un niño.

Eso sí: superar a García Cabeza de Vaca será relativamente fácil para cualquiera de los dos. El reynosense dejó el listón casi en el suelo.

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