Se hereda un Tamaulipas reprobado ¿Cuál será la solución?
Sin Filtros; Por Brenda Ramos
Aprovechando que el día de mañana se celebra a los pilares de la educación en México, demos una repasada en cuanto a lo que este rubro necesita de los próximos 6 años de administración, llegue quien llegue.
En materia de educación de acuerdo con el INEGI, el estado es recibido con la cifra que de cada 100 personas de 15 años y más, 3 no tienen ningún grado de escolaridad, 48 terminan la educación básica (Secundaria), 26 finalizaron la educación media superior (prepa) y tan solo 23 concluyeron la universidad.
Además de eso el 3% de la población no sabe leer ni escribir, por lo que más de 100 mil tamaulipecos en su mayoría de 75 y más son analfabetas. Por si fuera poco, a nivel mundial se tomó conciencia del impacto que tuvo la pandemia COVID 19 en el sistema de educación tradicional, que de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) significaría el retraso de hasta 2 grados escolares de acuerdo con el informe “Educación en Pandemia: los riesgos de las clases a distancia”
Otro efecto colateral fue que el (Promedio para la evaluación internacional de alumnos, por sus siglas en inglés) PISA arrojó cifras alarmantes, ya que, debido al largo periodo del cierre de las escuelas, no alcanza ni la media que es de 488 puntos, llegando a tan solo 399, lo cual impactará de manera negativa obviamente en el futuro laboral de estas nuevas generaciones de estudiantes.
A esto se le suma el deterioro de los planteles escolares, así como la escasez de estos en es estado, el controversial tema de las cuotas escolares y el salario de los maestros que tanta irregularidad ha tenido en nuestro estado, retrasándose hasta por 4 quincenas de 5,500 docentes lo cual equivalía a una deuda de 43 MDP todo esto sucedido bajo la titularidad y dirección de Mario Gómez Monroy.
También se deberá enfrentar un recorte de 900 MDP para este año 2022, siendo el nivel básico el más afectado. El próximo líder del legislativo estatal, deberá trabajar con estas carencias y “Hacer que funcione”, implementando las estrategias y propuestas adecuadas, con mucha administración y sobre todo con autoridades y titulares al frente de la Secretaría de educación y todos los departamentos que dependen a esta, que tengan tanto la vocación de servir como de enseñar, además de estar capacitados para esta monumental tarea de rescatar a Tamaulipas en el sector educativo.
Para esto, es imprescindible que quien este al frente de la secretaría de educación debe estar completamente calificado para la tarea, pero en su historial y hoja de vida deben reinar la rectitud y no pasados turbios o baja moralidad que implique dejar pasar aviadores, personal no apto ni calificado y lo peor, el desaparecer como por arte de magia los millones y millones de presupuesto anual.
Se queda una vara muy baja y un problema muy complicado en el tema de educación como herencia para el nuevo gobernador, el cual deberá llegar solucionando y no apenas revisando, pero no desenvainemos la espada, lo primero será quien llega y la sorpresa que nos dará con su gabinete.