Sin Filtros; Por: Brenda Ramos
La guerra por agua ya tiene fecha en Tamaulipas, será en agosto y el próximo gobernador tendrá que defender el líquido vital de nuestro estado del gobierno de Nuevo León que encabeza Samuel García, quien, al lado del director de Agua y Drenaje de Monterrey, Juan Ignacio Barragán, aseguró que el abasto de agua para la zona metropolitana de Monterrey se fortalecerá con “El plan maestro del Agua”, que consiste en “Tomar prestada” el agua de Tamaulipas y Veracruz.
En tan sólo 7 meses de gobierno, Samuel García se ha convertido en lo peor que le pudo pasar a Nuevo León, lo alarmante es que los alcances de su mal gobierno están a punto de perjudicarnos a los tamaulipecos pues pretende llevarse el agua de la presa Vicente Guerrero que de por sí se encuentra en niveles críticos, contando tan solo con el 24,14 % de su capacidad.
Al haber nacido en el privilegio, entre sábanas y pañales de seda, Samuel García está acostumbrado a obtener todo lo que desea con tan solo pedirlo y es así como con un chasquido de dedos está exigiendo que le entreguemos nuestra agua, porque puede y porque quiere, porque es incapaz de resolver el problema de raíz que son las concesiones otorgadas a personas físicas o morales del sector privado, así como la cantidad de metros cúbicos que consumen.
Llevan 400 años de ser la “Capital Industrial de México” ¿Qué esperaban? ¿No conocen a caso la ley de la causa y efecto? Era lógico que llegarían a este momento, pero la ambición por las concesiones privadas pudo más que imaginar un futuro sin agua, y este futuro es ahora.
¿Porqué si el mismo director de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM) reconoce que la iniciativa privada consume el 54 por ciento del agua del acuífero Monterrey y que el apoyo que les han brindado es mínimo, nosotros tendríamos que entregar nuestra agua para que ellos se sigan enriqueciendo, mientras que Tamaulipas la necesita para su agricultura, ganadería y para los pobladores?
La guerra se desatará y el próximo gobernador tendrá que poner a Samuel García y su fallido gobierno a raya, pues el gobernador esta decidido a que nuestro estado resuelva sus problemas de sequía.
“Vamos en serio con estos proyectos, por lo pronto satisfacer los 16 mil litros por segundo, de 13 a 16, tiene que ser muy rápido, en meses” aseguró la versión 2.0 de Peña Nieto.
Además, la cuerdita afirmó que para diciembre se tendrán incorporados 132 pozos someros y 20 pozos profundos, así como la terminación de la presa “Libertad” que contará con capacidad de 220 millones de metros cúbicos, contemplando también la construcción de 4 plantas para tratamiento avanzado de agua potable, y se anunció la construcción de un segundo ducto en la presa “El Cuchillo II” que traerá 5 metros cúbicos más.
La mentalidad de Samuel parece atrapada en un juego de realidad virtual que no mide las consecuencias de su hablar y actuar, pensando que gobernar es un concurso de popularidad en redes sociales, y hasta cierto punto, nuestro próximo gobernador y Samuel García tendrán que competir por granjearse los favores del presidente de la república, por lo que es vital que se mantenga una excelente relación con gobierno federal para evitar que saqueen nuestras presas y sea Tamaulipas quien lave los pañales sucios del gobernador de Nuevo León.
En un mundo al revés o de cabeza, en Nuevo León los feminicidios están imparables, se encuentran sin agua, mientras él y su esposa se dan una vida de lujos y excesos, vacacionando constantemente e incluso apareciendo con ejemplares de animales en peligros de extinción como trofeos de caza; preocupados más por bailar en redes sociales para obtener seguidores que en gobernar.
Burlándose incluso del presidente AMLO con memes fuera de lugar, tras la fatal opinión emitida por este donde asegura que “Samuel no está gobernando mal”, por lo cual concluyo este escrito haciendo ver la necesidad de firmeza y mano dura contra Samuel, por parte del nuevo gobernador, pues parece que nadie en todo México le puede o le quiere poner un alto a este whitexican, que amenaza con robarse nuestra agua.
