Política

LA HORA DE TODOS / Víctor Contreras

MADERO, AYER Y AHORA

Interesante las cosas que suceden en la ciudad petrolera


Es inevitable comentar que Ciudad Madero, es antes y después de Adrián Oseguera.
Y quiero aclarar que el alcalde, Oseguera kernión, no es santo de mi devoción.


Sin embargo, ahí están los hechos. Se reeligió. Y es uno de los mejor evaluados alcaldes de todo el país.


En febrero 22 pasado, en el ranking de la empresa Mitofsky, Adrián Oseguera del partido Morena con 68.2 %, ocupa el primer lugar, seguido del priista Adrián Ruvalcaba del municipio de Cuajimalpa, con
El tercer lugar lo ocupa el tampiqueño Jesús Antonio Nader, seguido del alcalde del Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio de Monterrey y en el quinto lugar de la Delegación Cuauhtémoc, la perredista Sandra Cuevas.
Por eso, que Madero es antes y después de Oseguera, lo mismo que sucede en Tampico con Chucho Nader.


Y concediéndole el beneficio de la duda a las encuestas de Mitofsky, en esta administración se ha acabado con el 60 % del rezago del problema de pavimentación. SE ha pavimentado 125 calles de colonias, que incluso, tenían un abandono de más de 60 años


No me lo crean, pero se han entregado 112 viviendas dignas (pero no de lástima, jajajaja, ni yo me aguanto) para familias que habitan en zonas de atención prioritaria.
Se ha reconfigurado el sistema lagunario, por lo que se ha elevado la plusvalía de los hogares de más de 22 mil maderenses.


Son hechos, realidades y obras que ahí están. Se ha reforzado la identidad maderense con la activación de la Mareca ¡Viva Madero!
Se construyó el Kiosko y la misma reconfiguración de la plaza Isauro Alfaro.
Se obtuvo el reconocimiento de la Certificación Blue Flag de Playa Miramar, por el excelente manejo ambiental, seguridad, servicio y calidad del agua, además de ser la única playa del Gofo de México con dos certificaciones como destino incluyente y playa limpia sustentable a nivel III, bajo la Norma NMX-AA-120-SCFI-2016 de la Semarnat.


Y con todo ello, se le ha dado un fuerte impulso al turismo, convirtiéndose en el Segundo Destino Turístico más visitado de México, que ha alcanzado dos millones de turistas que visitan la Playa Miramar.


En el rubro de la educación, el Presidente Municipal ha mostrado su interés por mitigar el ausentismo escolar por falta de recursos, donando su salario para la entrega de apoyos escolares a 180 niños, y continúa recorriendo colonias para levantar el censo de las necesidades más apremiantes de la ciudadanía.
¿Algo más? Ha hecho un trabajo, una obra pública y una extraordinaria atención a la ciudadanía.


Y no es santo de mi devoción. Además, en su relación con los medios es algo ahorrativo, parco.
Por esa razón, Madero será antes y después de Adrián Oseguera.

MIENTRAS ESCRIBO
Un Reportero pobre,
¿es un pobre Reportero?

Cuando escribo a favor de un político o personaje público, algunos lectores infieren, acusan y juzgan: ¡lo chayotearon!. Y cuando se escribe en contra: “¡quiere chayote!”.
¿Quién “ingaos” les entiende?
La mayoría de los lectores son ingratos, porque creen que somos eólicos o camaleones. No comemos aire, si acaso lo respiramos. La vida cuesta, no es gratis.
Aquí en el ambiente periodístico, a nosotros los periodistas nos encasillan con un “¡Como quiera Juan te Llamas!”
¡Qué oficio tan ingrato!
Les voy a contar mi historia:
Por méritos de la estrafalaria “Chabela” (mi Laptop), que gusta de hospedarse y dormir por treinta días en Casas de Empeño y por culpa del dueño, que disfruta de una pobreza inexplicable, y que me obliga a escribir en cibercafés, fui ganador de dos Mochilas deportivas, un Paraguas, dos Termos para café, dos bolsones de espalda, porque empeñé más de 15 veces a la “Chabela”.
Me convertí en un reincidente indigente cliente asiduo de Prestocahs, que hasta los empleados de Mostrador ya sabina de memoria todos mis datos y me recibían con un: ¡Pásele, Señor Contreras! Las primeras veces me daba vergüenza, pena ajena. Me sonrojaba. Después, me provocaba una hilaridad imparable y cada vez aun me sigue dando crisis de carcajadas….
Y termina este episodio con una frase lacerante, hiriente, de lectores delirantes a la hora de escribir: ¡ya le llegaron al precio!
No todos somos iguales, ¡hay peores…! Jajajajajja
¡Qué oficio tan ingrato!

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