La Comuna
Los culpables del colapso de la capital
José Ángel Solorio Martínez
Ciudad Victoria, Tamaulipas, es un caso muy particular en el escenario regional. Sin duda, podría afirmarse que la elección pasada, fue donde con mayor –y relativa– facilidad ganó un candidato de MORENA: Lalo Gattás. El ingrediente que le dio ese inobjetable triunfo al morenista, fue el consistente humor social contra el PAN y sus representantes.
Xicoténcatl González –alcalde constitucional panista– y Pilar Gómez –alcaldesa, sustituta, dejaron el tiradero en la capital con sus gobiernos. Prohijaron con conductas deshonestas, frívolas, irresponsables, un encono muy perdurable contra el azul y sus propuestas.
Sobre esa ola de malestares, surfeó Gattás para convertirse en presidente municipal.
Hoy el jefe edilicio guindo, presume con números en mano, ser uno de los alcaldes con mayores consensos de Tamaulipas y del país.
¿Qué le ha permitido mantenerse en las simpatías ciudadanas, si la ciudad vive una crisis en los servicios públicos?
A saber:
1.- Persiste en el imaginario colectivo, el desastroso paso de Xico y Pilar al frente de Ayuntamiento victorense.
2.- El ciudadano común, no deja de responsabilizar a las recientes administraciones municipales que se fueron, del colapso de servicios como el agua potable, la recolección de basura y la lastimera realidad en el pavimento de sus calles.
3.- La victimización del alcalde morenista. O al menos eso se infiere de las opiniones en redes sociales, ante la embestida jurídica contra él.
4.- La coyuntura electoral que asocia toda acción legal contra los actores políticos, como eventos vinculados a incidir en el resultado de los comicios del 5 de junio.
5.- El interés del Ayuntamiento morenista, por dar la cara ante los conflictos y las inconformidades sociales generadas por la falta de agua potable y la situación del asfalto en toda la ciudad.
6.- Las instrumentaciones concretas –el tan doloroso tandeo– para superar los desafíos de la ausencia de agua y al parecer el sabotaje con los camiones de la recolección por toda la ciudad de los cada vez, más insoportables desechos.
7.- La adquisición de equipos para paliar los efectos de un Ayuntamiento que heredó un parque vehicular en situación de chatarra.
El Fiscal tamaulipeco, anda tirándole escopetazos a la presa equivocada.
No es Gattás, el blanco de sus pretensiones.
De ninguna manera.
El responsable de todo el negro humor social que se ha reflejado en las urnas, no es Gattás ni el Ayuntamiento que dirige. Los culpables de todo el desbarajuste –político, administrativo y de personal– en la capital, son Xico y Pilar.
Sería más sencillo -y redituable políticamente- obsequiar órdenes de aprehensión contra ese par de pícaros que destrozaron nuestro hogar común.
Con la persecución a Lalo, se corre el peligro que los victorenses oscurezcan aun más, su ya muy negro humor social contra el panismo.