Chiapas, México
La caravana de madres centroamericanas, que desde ayer buscan a sus hijos desaparecidos en territorio mexicano, se vio interrumpida este lunes por un bloqueo ganadero a la altura del Municipio de Pijijiapan, en Chiapas.
«Debido a un bloqueo carretero en el crucero Echegaray, en el estado de Chiapas, se suspende toda la actividad pública del día de hoy de la Caravana de Madres de Personas Migrantes Desaparecidas», se informó.
Talía Vázquez, presidenta del Movimiento Migrante Mesoamericano, explicó que hoy se dirigían de Tapachula a Tuxtla Gutiérrez, donde pondrían un ofrenda floral en el lugar donde 56 migrantes murieron al volcar el tráiler en el que viajaban.
La caravana salió desde las 8:00 horas desde Tapachula, pero posterior a las 15:30 horas ya se reportaba que tenían más de cuatro horas sin avanzar por el bloqueo de ganaderos que exigen un diálogo con madres de personas desaparecidas en el país.
El grupo de manifestantes cerró con llantas, piedras y ramas la vía para exigir una ventanilla de diálogo con el Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Aseguraron que esta dependencia no les ha dado suficientes aretes para ganado, lo cual fomenta la venta de reses en el mercado negro.
Respecto al grupo de migrantes, se prevé que siga su búsqueda por territorio chiapaneco; posteriormente, por Tabasco y Veracruz, y después llegar hasta la Ciudad de México el próximo 7 de mayo.
Tres días después, planean unirse a la marcha que realizan madres de personas desaparecidas en el país.
Talía Vázquez agregó que en este año acompañarán tres reencuentros familiares en Chiapas, Veracruz y Nuevo León, en todos los casos con personas que se encuentran presas.
«En todo el tiempo que tiene la caravana hemos encontrado 370 desaparecidos, que estaban presos, o en redes de trata, o como indigentes, en diferentes circunstancias», dijo.
Ayer, 35 mujeres y 15 hombres provenientes de Guatemala, El Salvador, Honduras y Marruecos ingresaron por la frontera sur del país, previa autorización de las autoridades migratorias, para realizar la caravana que por la pandemia se suspendió durante dos años.
