El relevo de Ursula
Por Oscar Díaz Salazar
Porque dejarla al frente de la fracción parlamentaria de morena en el Congreso del Estado, luego de divulgarse grabaciones en las que «presuntamente» se pone de acuerdo con otra persona para que le entreguen una parte, de dinero en efectivo, de unas facturas, no solo le resta credibilidad al grupo que coordina, sino al mismo presidente López Obrador, que a propósito del escándalo, negó (AMLO) tener cercanía con su pariente, la diputada Ursula Salazar Múgica.
Con ese párrafo que salió largo, aunque pretendía ser una síntesis del affaire en el que interviene la legisladora de Tampico a quien hoy apodan «Lady Moches», les explicó el contexto del que surgió el rumor del relevo de la sobrina de oro, Ursula Salazar, en la coordinación de los diputados «cuatro te»
A manera de broma, de esas bromas que se aprovechan para soltar dos o tres verdades, se dice que en virtud de que varios de los legisladores de Morena están más arreglados que una elección organizada por el IETAM, y en razón de la inexperiencia de la mayoría y falta de confianza en los más picudos, la propuesta que parece ser más viable y cómoda, es entregar, de una buena vez, la coordinación de la fracción parlamentaria de Morena/PT en el Congreso de Tamaulipas, al diputado (federal y con licencia, pero es diputado) Gerardo Peña Flores.
De los peros que le ponen a varios de los tiradores al cargo de coordinador del grupo guindo, que con frecuencia se pinta de albiazul, tenemos: Zertuche ya fué y dejó de serlo por perdida de consenso; Ursula, que aspiraba a permanecer en el liderazgo el tiempo suficiente para construir su candidatura a la presidencia municipal de Tampico, ya no siente lo duro, sino lo tupido y ha sonado tan bofo que recurrió al pretexto de moda, al llamarse víctima de violencia política de género; el preferido del bandidato, Pepe Braña, está inhabilitado por el momento pues la sobrina Ursula cerró la vía del parentesco presidencial para seguirse encumbrando; los y las diputadas más rijosos, más picudos, más comprometidos con la cuarta transformación, difícilmente pueden atender una tarea en la que se requiere conciliar y no sólo pelear.
Pero si ya les dije quien no, y aclaro que es un simple comentario y que desde luego no tengo autoridad, poder o influencia para decidir, de cualquier manera me gustaría agregar quienes sí podrían encabezar el grupo parlamentario que fue mayoritario por la votación de los tamaulipecos, pero hoy es minoritario por la ambición de varios traidores (a su partido y a sus electores). ¿Quien sí?, yo creo que el diputado Elifa Gómez, de quien he observado su trabajo discreto, efectivo, propositivo y fiel al grupo, también el diputado Humberto Prieto que fue la propuesta de consenso para relevar a Zertuche, y que no pudo ser el presidente de la Jucopo por millones de razones, repartidas oportunamente entre algunos personajes que sin ser legisladores, definen los votos en el Congreso; el que quizás sea el político más experimentado de la fracción morena, Javier Villarreal, puede ser, aunque todo indica que no quiere ser, que no tiene interés en serlo, por lo menos en esta etapa en la que se requiere confrontar a Francisco N.
Tal vez no existe el interés en los diputados en llegar a la coordinación del grupo, pues quien lo sea, es muy probarle que lo sea con carácter de interino, como se dice comúnmente «por mientras», mientras se sabe si el próximo gobernador es Américo Villarreal y sea él quien se haga cargo de la oficina de asuntos legislativos, sepultando por lo que resta de esta legislatura el sueño guajiro y no cumplido de la autonomía del poder legislativo.