Rio Bravo
Por Oscar Díaz Salazar
Con la intención de investigar más a fondo lo que está ocurriendo en el municipio de Rio Bravo, había diferido escribir sobre los casos, – así, en plural, porque ya son varios -, de iniciativas ciudadanas que nos hablan de solidaridad, apego al terruño y ganas de vivir en mejores condiciones.
Lo primero que llamó mi atención fue la propuesta, – que hoy es obra en proceso -, de remozar los jardines, dotar de bancas y alumbrar la plazoleta que rodea al edificio de la ex hacienda «La Sauteña». El que quizás sea el inmueble más emblemático de Rio Bravo, es rehabilitado poco a poco, despacio, como se hacen las grandes obras, como se construyen las iglesias, comparativo que también aplica en cuanto a la participación de la comunidad en las obras, ya sea con mano de obra, con el suministro de materiales o con las aportaciones monetarias.
En este mismo esquema de obras a cargo de la comunidad, de obras propuestas, financiadas y ejecutadas por la sociedad civil, tenemos el anuncio de la construcción de una rotonda, que además de agilizar la circulación vial, será un atractivo más en el paisaje urbano de la ciudad de Rio Bravo.
De la capital nacional del sorgo que es Rio Bravo, nos llega un ejemplo de la validez de la sentencia que señala «los buenos ejemplos cunden», pues a los dos casos anteriores se agrega el anuncio del ciudadano ríobravense que va a obsequiar miles de gallinas ponedoras a las familias de RB.
Es oportuno señalar que estas iniciativas no son producto de la desesperación o la molestia de la sociedad civil frente a la omisión de la autoridad, antes al contrario, ocurren en un contexto de confianza que ha logrado establecer el presidente municipal Héctor Villegas con sus gobernados.
El Calabazo Villegas ha sido claro y directo con los ríobravenses. Les ha dicho que las necesidades son mayores que las capacidades y recursos con los que cuenta el gobierno municipal, pero también les ha dicho, y lo que es más importante: les ha demostrado lo mucho que se puede hacer con poco.
Pero no pretendo hacer el elogio del presidente municipal, sino del pueblo de Rio Bravo, o para ser más precisos, de esos buenos ciudadanos que encabezan los esfuerzos y las iniciativas para mejorar su entorno.
Reconozco en el Calabazo Villegas su colaboración para estimular y apoyar a los ciudadanos de Rio Bravo, porque me parece que no es poca cosa, no es un mérito menor, conseguir y mantener la confianza de los gobernados.