Staff.- El canal Anzaldúas de esta ciudad fronteriza, es utilizado por decenas de aficionados a la pesca para encontrar diversas especies, entre ellos la carpa y la mojarra.
Los cuales suelen cocinar al vapor, fritas acompañadas de arroz, en caldos y en algunos casos también las venden.
Con sus tarrayas se colocan en las laterales del canal, esperando el momento preciso para que lleguen los pescados.
Es una actividad que requiere de mucha paciencia, ya que son necesarios varios intentos para tener un pescado. «Yo vengo desde Houston, Texas a pescar, aquí en Reynosa me gusta porque hay más libertad, cualquier persona puede venir con su tarraya, por lo general tardamos dos o tres horas y en nuestro caso todo lo que sacamos es para consumo personal, sacamos mojarras y un pescado que le dicen carpa», comentó Marco Cornelio, un pescador aficionado Del Valle de Texas.
En días santos, con menos gente en la ciudad la pesca se hace más evidente, quienes la practican dejan sus vehículos a un costado de la vía, y solo sobresalen las redes de pesca con sus cubetas.
Yo vengo desde Houston, Texas, a pescar, aquí… hay más libertad, cualquier persona puede venir con su tarraya´
Marco Cornelio, Pescador aficionado
La mayoría no utiliza anzuelos, solo basta con lanzar la red hacia el agua y esperar a que lleguen los pescados.
«Por lo general cada fin de semana se llena de pescadores, nosotros acostumbramos en Semana Santa y en verano, para hacer las mojarras fritas en un disco, somos de la colonia Juárez, venimos mi hijo y yo», declaro Eduardo.
De acuerdo con información oficial, el Canal Anzaldúas recorre 112 km de extensión, abasteciendo 220,000 hectáreas de cultivo de este municipio y los que se encuentran río abajo.
Sus aguas proporcionan el control y aprovechamiento máximo al Río Bravo, regulando sus avenidas, apoyando el consumo doméstico, riego, control de azolves, fines recreativos y desarrollo de fauna acuática.
La pesca que se realiza en este sitio también llama la atención de las nuevas generaciones. «En mi caso yo vengo con mi tío y un amigo a pescar, tenemos poco viniendo pero nos llamo la atención la gente que se suma, los jóvenes deberían interesarse por esto, es una actividad de recreación y además te sirve porque se puede hacer de comer o vender», comentó Diego Cervantes, aficionado a la pesca.
