Zona Sur Tamaulipas

Orillan a la depresión encierro y desempleo

El Obispo de Tampico, José Armando Alvarez Cano, aseguró que el encierro debido a la pandemia y el desempleo ha desarrollado en las personas la depresión, incluso el alcoholismo por lo que hay que estar atentos y tratar a estas personas para que no se complique este padecimiento espiritual.

Dijo que la sociedad debe estar consciente de que un alcohólico es un enfermo «y hay que apoyarlo para que acudan a grupos como Alcohólicos Anónimos que son efectivos para ayudar a quienes están en esa situación considerada como enfermedad espiritual que con esta pandemia ha traído más enfermos pues la presión de no tener empleo, los hijos en casa y más necesidades deprime y agobia a la persona y la lleva a desahogarse bebiendo».

Al asistir como invitado a la rueda de prensa del grupo «AA» dijo que es como poner un dedo sobre una llaga, pues el desempleo y encierro están elevando los índices de depresión.

«Y la depresión ha abierto muchas puertas al alcoholismo, sabemos que este problema se ha agravado en perjuicio de muchas familias, de muchos hogares. No terminamos aún de salir de esta situación tan grave y sabemos que en concreto nuestra zona es una de las más dañadas por la violencia intrafamiliar que es el reflejo también del abuso del alcohol y esto nos lleva a tomar conciencia de la importancia de estos lugares de ayuda que son tan efectivos para quien los asume», expresó el Obispo.

Hizo ver que ya tantos años y tantas experiencias sin duda da garantía de este tipo de proceso.

Por parte de la iglesia católica, Monseñor José Armando Álvarez Cano refirió que ellos respaldan y ayudan a las familias a que encuentren un camino para sus familiares en ese problema, que encuentren ayuda pero dejó en claro que no se trata de lo económico o de ayuda de hospital sino de acompañamiento que son los lineamientos más importantes de «AA».

«Yo cada que puedo recomiendo este grupo porque he conocido la efectividad y la manera en que se recuperan las personas quienes tienen que asumirse pues no se trata de llevarlo a fuerzas sino que estén conscientes de que ocupan ayuda que solos no pueden, que es una enfermedad que también daña a las familias», recalcó.

En esta pandemia sanitaria que ha traído desempleo, aislamiento, frustración de no tener lo necesario para las familias aumenta la presión y a veces se toma esta puerta falsa que es el alcohol que daña a la persona y la relación con las familias y por eso estos índices han aumentado, aseveró el Obispo.

La autoridad de la iglesia católica dijo que es apoyo espiritual lo que se requiere y que ellos apoyan dando seguimiento a quienes lo soliciten «sabemos que es un programa espiritual, una enfermedad espiritual y las personas acuden a cada religión que pertenecen en busca de alivio, esto dependiendo de la religión que profesen».

A la sociedad, el Obispo hizo el llamado a primero saber que es una enfermedad no un vicio pues a muchos les cuesta trabajo aceptar cuando tienen algún familiar que toma. «Lo relacionamos con juerga, fiesta pero no nos damos cuenta que en el fondo está enfermo como los de cáncer y Covid a quienes no abandonamos así debe ser en el alcoholismo», recalcó.

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