La Comuna
Los ambiciosos vulgares, de Nuevo Laredo, Tamaulipas
José Ángel Solorio Martínez
La incorporación del esposo -Oscar Mario Hinojosa Ramírez- de la alcaldesa de Nuevo Laredo, Tamaulipas, Carmen Lilia Cantú Rosas, a la campaña del candidato de MORENA-PV-PT a la gubernatura, Américo Villarreal Anaya, exhibe al grupo de los Cantú Rosas, como un ente cerrado, endogámico e impermeable a las alianzas y coaliciones, práctica obligada para ampliar y consolidar sus influencias en la ciudad.
De otra forma: los Cantú Rosas, y particularmente la alcaldesa, son tan mezquinos y excluyentes, que sólo ven talento para tareas políticas en aquella localidad, en su familia.
El candidato Américo, por razones estratégicas, mantiene como parte de su equipo de campaña a Carlos Cantú Rosas, que sigue a salto de mata por una averiguación penal que lo involucra a varios delitos del orden patrimonial y criminal. Él argumenta que todo es un montaje. Sus adversarios, aseguran que es un indiciado; amigos y familiares suyos, arguyen que todo es una estrategia para sacarlo de la política nuevolaredense.
Mientras son peras o son manzanas, Carlos está en Laredo, Texas esperando que la nueva administración, lo exonere para regresar a la ciudad que gobierna su hermana.
O sea: Carlos, se mantiene en el comité de campaña de Américo, Carmen Lilia es la alcaldesa y su consorte Hinojosa Ramírez, coordina la campaña del candidato morenista en Nuevo Laredo.
Más concreto: la familia Cantú Rosas, tiene para si, los cargos más relevantes en la ciudad.
¿Y los Deándar?
¿Y los morenistas históricos?
¿Y los aliados del PV?
¿Y los camaradas del PT?
Ni sus luces.
No se ven. Ni en el Ayuntamiento, ni en el comité de campaña del candidato de MORENA en la ciudad, ni mucho menos en tareas de organización para llegar con potencia al 5 de junio con el candidato Villarreal Anaya.
Una de dos: o no existen cuadros aptos para proporcionar fortaleza a MORENA en ese puerto fronterizo, o los Cantú Rosas son tan diestros que nadie los puede desbancar de los cargos en los que fueron puestos por su suerte y la sombra del Peje.
Lo que se sabe del esposo de la alcaldesa nuevolaredense, es que operó como Policía Judicial por largo tiempo, para luego recibir una Notaría Pública de las manos de un gobernador priísta.
¿Y de operación política, cómo anda el Notario?
Que se sepa, sólo se le conoce su habilidad como policía. (Y eso, hay que precisar: las destrezas de un Policía Judicial, en los tiempos de inexistencia de organismos de derechos humanos, y en la época en que una placa de esa contextura era el más sencillo camino para convertirse en millonario).
¿Prestigia un policía, la campaña de proselitismo de Villarreal Anaya en Nuevo Laredo?
Por supuesto que sí…
…si fuera Florentino Ventura.
Evidentemente: no lo es.
La sentencia de AMLO, a tan afortunada familia, le cae como anillo al dedo: son, ambiciosos vulgares…
…esperemos el obligado colofón: el día en que el Señor, los expulse del templo a latigazos.