Política

La Comuna

Los desatinos de Gerardo Peña

José Ángel Solorio Martínez

El Secretario General de Gobierno, Gerardo Peña, sigue metiendo tensión al proceso electoral de Tamaulipas. Luego de haber dialogado con el alcalde morenista, Lalo Gattás, y pactar un acuerdo de concordia y de paz entre las administraciones estatal y la capitalina, re-inició hostilidades contra el jefe edilicio victorense.
Tras echar al cesto de la basura la denuncia de hechos del alcalde por la agresión a instalaciones municipales, y casi culpar a Gattás de falsear declaraciones e intentar utilizar aquel acontecimiento para utilizarlo políticamente a su favor, ahora articula un plan para amagar al morenista.
Aún no hay movimiento oficial de la nueva andanada contra el representante de MORENA en el Ayuntamiento de ciudad Victoria. Pero ya en radio pasillo, se escucha claramente que viene una acusación penal por “falsedad de declaraciones” -presume Peña, que todo es inventado por Lalo-; o lo que es lo mismo: falseó declaraciones ante una autoridad.
La lógica penalista del numero dos de la administración estatal, se especula, trazará una ofensiva para minar la influencia de la IV T en el municipio de Victoria y su periferia.
¿Puede un Secretario General de Gobierno, instrumentar este tipo de estrategias?
Sí.
Claro que puede.
Es tan sencillo, como utilizar el Código Penal y a quien lo interpreta desde el Ejecutivo, o sea el Procurador de Justicia, para empapelar -término que en la jerga leguleya, significa levantar cargos desde instituciones para otorgar a cada quien lo que le pertenece- a quien así se desee.
Ejemplos hay muchos.
El alcalde de Soto la Marina y otros jefes edilicios de la zona cuyo epicentro es Hidalgo, son ejemplo del uso del aparato judicial para atosigar a adversarios políticos.
Es fecha, que hoy, dirigentes sociales de esa comarca, siguen demandando que se exonere a esos ciudadanos.
No se puede dejar escapar, el entorno -esencialmente electoral- que envuelve la relación entre Peña y Gattás.
Como tampoco, hay que soslayar los efectos que una acción de esa naturaleza puede traer en la arena electoral sobre la cual se lleva a cabo la lucha por la gubernatura de Tamaulipas.
El humor social, en el centro de la entidad, es mayoritariamente anti-PAN. Ya se ha demostrado: la última elección fue rechazada abrumadoramente Pilar Gómez como candidata a la alcaldía; y en la votación de la revocación de mandato, miles de ciudadanos salieron a sumarse a la IV T y al presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Es decir: no caerá en un ambiente propicio, favorable, para el proyecto del panismo que busca tenazmente dejar en el camino varios fardos que lastran la campaña azul.
Desde que Gerardo Peña es político, nunca ha tenido un triunfo en las urnas.
Con lo de Gattás, se visualiza, seguirá con ese mal fario.
Mala lectura trae, el sumar a un nacido para perder, a quien sueña con ganar, a quien se esfuerza por triunfar.

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