Por:Mauricio Fernández Díaz

Los debates entre candidatos de Tamaulipas solo muestran ignorancia

Ciudad Victoria.-Una de las farsas más vergonzosas televisadas en Tamaulipas fue el debate entre candidatos a gobernador de 2016.

Hasta el moderador, Fructuoso Sáenz, se rebajó a reírse de las bromas pesadas que se gastaron los aspirantes. La impresión causada por todos fue de vulgaridad, divertimiento e ignorancia.

Eran ocho candidatos y ninguno pudo elevar el foro a una discusión de ideas, de conocimientos o de proyectos. Incluso se presentaba el primer candidato sin partido o independiente de Tamaulipas. Se hubiera pensado que a mayor cantidad de aspirantes, mejores opciones para los electores, como dice el beneficio de la libre competencia. Pero lo que funciona en el mercado terminó en fiasco en la campaña política de 2016.

Gustavo Cárdenas Gutiérrez, Baltazar Hinojosa Ochoa, Francisco García Cabeza de Vaca, Jorge Valdez Vargas, Armando Vera García, Héctor Garza González “El Guasón”, Francisco Chavira Martínez y Abdíes Pineda Morín desperdiciaron el tiempo de los ciudadanos y del Instituto Electoral de Tamaulipas, lo que equivale a desperdiciar dinero público. Dieron poco como estadistas y menos como personas decentes.

Los ochos se encontraron en dos ocasiones, el 24 de abril y el 4 de mayo de 2016. En el primero debatieron sobre Seguridad, Justicia, Derechos Humanos y Desarrollo Social; en el segundo, de Gestión Gubernamental y Desarrollo Económico. El moderador tuvo el desatino de llamarlo “momento histórico”; si hubiera que calificarlo como tal por alguna novedad, esa sería la carcajada que soltó al aire sin respeto a la audiencia y al propósito de la mesa.

Alineados o no, gran parte de los candidatos se dedicó a atacar a Francisco García Cabeza de Vaca en el primer debate. Ni Gustavo Cárdenas, ni Baltazar Hinojosa, ni Jorge Valdez ni Francisco Chavira llevaban ideas a aquel encuentro; comadrearon acerca del encarcelamiento del panista, de su fortuna sospechosa, de sus propiedades en Soto la Marina y en Texas, y de sus supuestos vínculos con el crimen organizado. Tal artillería, en vez que menguarlo, fortalecía al reynosense. A los que no lo sabían les indicaban “va adelante en las encuestas”. Y García Cabeza de Vaca se dejaba morder y arañar por sus adversarios sin replicar a nadie salvo a uno y solo uno: Baltazar Hinojosa, del PRI. Tenía claro que, para ganar, debía desacreditar al priista y olvidarse del resto como quien se quita las moscas con un movimiento de mano.

En un momento, hasta Armando Vera se sumó a los ataques contra el panista, pero él parecía completamente sordo a los demás salvo al priista. como dijimos antes. Ni el payaso y charlatán Gustavo Cárdenas logró llamar la atención en lo más mínimo al ex alcalde de Reynosa. Únicamente el Guasón, Héctor Garza, y Abdíes Pineda, evitaron confrontar al panista, una situación extraña, ahora lo advertimos, si se piensa en la postura radical de López Obrador y Morena de denunciar a Felipe Calderón como responsable de la crisis de inseguridad y económica. Bueno, ni a eso se refirió Héctor Garza, candidato de Morena.

Jorge Valdez lo llamó “asaltante”; Gustavo Cárdenas lo retó a responder “¿en qué trabaja el muchacho?”; Baltazar lo etiquetó “delincuente”, así trajeron a García Cabeza de Vaca esa noche. Vale decir que a Jorge Valdez, del PRD, no le fue mejor con Francisco Chavira, el independiente, ya que lo trató de “perro” por inferencias, al referirse a él como “Firuláis de Egidio Cantú”. “Él fue mi chofer –dijo Chavira sobre el perredista-; yo le di de comer, no tenía ni para comer”.

Pero el colmo de la banalidad llegaría en el segundo debate, pactado para el 4 de mayo. Cuesta trabajo creer que haya algo peor que cinco personas descalificando a una, y que a eso lo llamen “ejercicio democrático”. Y, sin embargo, lo hay.

Básicamente, continuaron amotinados los mismos candidatos en contra del panista, pero la confrontación entre Jorge Valdez y Francisco Chavira fue en aumento; en realidad, ninguno de los dos tenía suficiente apoyo para ganar la elección, y su papel en la campaña se centró, para el perredista, en agredir Cabeza de Vaca; el independiente Chavira parecía estar ahí para desgastar al PRI, no al PAN.

Casi al final, durante el minuto reservado a expresar propuestas, Francisco Chavira comenzó a repartir puestos a sus rivales de forma sarcástica. Fue entonces que provocó al del PRD: “Jorge Valdez, te vamos a nombrar representante de la comunidad lésbico-gay en Tamaulipas”.

La risa llenó el estudio de televisión; ni Fructuoso, el conductor, se supo controlar.

Pero Jorge Valdez tomó la estafeta al instante y reviró al independiente: “Chavira, bienvenido a la comunidad gay. Gracias por haberme invitado; te voy a coronar este fin de semana. Quedan todos invitados a la coronación”.

¿Ven por qué llamar “momento histórico” a esta parodia de debate carece de fundamento y buen juicio? ¿Ven de dónde viene la ignorancia de los ciudadanos y su pobreza cultural en asuntos de democracia y participación? ¿Ven recomendable más debates de este tipo, cuesten lo que cuesten?

Pues prepárese: vienen dos debates nuevos para la elección de 2022; el primero será el 24 de abril, y el segundo, el 22 de mayo. Esta vez sí habrá moderadores profesionales; se trata de Ana María Lomelí y Javier Solórzano. Hasta ahora, el único que ha confirmado su asistencia es Arturo Díez Gutiérrez, de Movimiento Ciudadano, y esto casi significa comenzar con el pie izquierdo.

¿Cuándo entenderán que descalificar no es debatir?