Por Oscar Díaz Salazar
La parte final del debate, cuando el Truco le señaló que era un mantenido de su suegro y que su apodo era el de Tarugo, abollaron la corona que por un momento acarició el candidato Arturo Diez, como ganador de este primer debate entre los candidatos a gobernador de Tamaulipas organizado por el Instituto Electoral de Tamaulipas.
El que tuvo las mejores propuestas e intervenciones, a mi parecer, fue Américo Villarreal Anaya, que leyó -no improvisó- textos de buena manufactura, con sustancia, cadencia, una poca de gracia y otra cosita.
César Verastegui, El Truco, ayudado por el esquirol Diez, fue muy hábil para imponer la agenda, señalar los temas y provocar al candidato de morena, a pesar de los errores de dicción y las fallas en la lectura, -¿o memorizacion?- de sus participaciones.
Américo Villarreal salió bien librado, y logró emparejar el daño con el PAN, cuando surgió el asunto del difunto empresario Carmona.
Al no escuchar ni una sola mención a Francisco N, ni la más mínima acusación o referencia a su condición de desaforado, y por ende: presunto delincuente, se fortalece la sospecha de que existen pactos de no agresión o tregua, entre el gobierno federal y el de Tamaulipas.
Muy reiterativo fue el candidato de MC, Arturo Diez Gutiérrez, en presumir que ya recorrió los 43 municipios del Estado; presunción que tuvo la réplica matona de Américo Villarreal, al darle la bienvenida a Tamaulipas, luego de 12 años de ausencia.
El yerno de oro colaboró con el Truco en establecer la agenda y a encaminar el debate a temas como el de los niños con cancer, el desabasto de medicamentos, la falta de agua y la política de seguridad pública del gobierno federal cuyo slogan es «abrazos y no balazos».
Buen punto se anotó el Truco Verastegui al acusar a sus contrincantes de vivir a la sombra de alguien (Diez de su suegro y Américo no lo mencionó, pero se entiende que de su padre y/o del presidente). Con la frase «Arturo, cuida a tu suegro que es el que siempre te ha mantenido», le bajó como cinco rayitas al tono bravucón de la copia barata del ex gobernador Eugenio Hernández, quedando en calidad de Geño simi, lo mismo que Geño, pero más barato.
La moderadora tuvo un buen desempeño.
