En medio de pleitos políticos, simulaciones, impunidad, engaños y ejecuciones, iniciaron campañas por gubernatura de Tamaulipas y ya comenzaron las descalificaciones y los señalamientos absurdos contra los adversarios.
La gente necesita respuestas a los grandes problemas que le aquejan, se requieren soluciones viables y creíbles, no discursos vacíos con respuestas mágicas. “Los Tamaulipecos ya no pueden esperar más”.
Sin importar que suba de tono el malestar de la gente, se vive en total anarquía, ante la falta de seguridad, estamos a merced de los grupos delictivos; en materia de salud, sin medicinas ni hospitales para atender padecimientos de otra naturaleza fuera del covid y, la pérdida de empleos, la falta de inversión y el cierre de negocios, dan al traste con la armonía social, con las oportunidades, las libertades y la confianza.
Se atiende a las conveniencias y prioridades de un grupo, no así, las necesidades de los tamaulipecos, ya no alcanzamos a distinguir donde comenzó el sueño y cuándo terminará la pesadilla.
95% de los Tamaulipecos inconformes, califican de “pésimo” al gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, sin generar una diferencia para la ciudadanía, no solo no ha habido avances, sino que ha empeorado, sobre todo en materia de corrupción, salud, seguridad, empleo, economía, transparencia.
La realidad que enfrentará el próximo gobernador, es desafiante y dura, en poco tiempo se tendrá que dar resultados, dejando atrás los discursos para dar pasó a las soluciones.
Que esta carrera que empezó se defina en las urnas y no en los tribunales. Por ello también es responsabilidad de todos los ciudadanos participar en la elección de sus gobernantes; no se puede uno quedar en la indignación o resignación, se requiere participar y salir a votar.
