Ursula Salazar: coordinadora de los diputados de Morena
Por Oscar Díaz Salazar
Cuando ya perdió el atractivo de ser el grupo mayoritario en el Congreso de Estado, y por esa circunstancia, tener el derecho de elegir a quien preside la Junta de Coordinación Política, así es como llega a la coordinación de la fracción parlamentaria de morena, la diputada Ursula Patricia Salazar Mojica.
La nueva coordinadora del grupo morenista es diputada por el principio de representación proporcional (plurinominal) e integrante del clan de las «ursulas», un grupo de familiares y amigos de la madre de la legisladora, de nombre Ursula, emparentada con el presidente de la república, de quién fue primo hermano.
Fue precisamente este grupo, el de las Ursulas, quien introdujo al entonces priista recalcitrante, Erasmo González Robledo, en el círculo cercano al presidente, a la cuatro T, a morena, o todo a la vez, o lo que usted prefiera.
Refiero los vínculos iniciales que estableció Erasmo Gonzalez con la fuerza política que hoy nos gobierna en el país, para reconocer que es el grupo más poderoso en el morenismo tamaulipeco y para decirles que por eso mismo, -por el «power» de ese grupo -, no resulta extraño este ascenso en la carrera política de la tampiqueña que en una época fue maestra en el CONALEP de Tampico.
Desde hace un buen tiempo he venido observando la hiper actividad de la sobrina del presidente, que no se atiene solo al vínculo familiar para pretender mejores espacios de representación política y/o administrativa, sino que construye con trabajo, con presencia, recorriendo la milla, apoyando a diversas causas.
Por las actividades que viene realizando desde hace varios meses, por la amplitud del territorio que «atiende», por el protagonismo que tiene, lo mismo le puede «estar tirando» a la presidencia de Tampico, a la diputación federal de su distrito o a conseguir un escaño en el Senado de la república.
No tendrán que transcurrir muchos días para darnos cuenta de las habilidades de la diputada Ursula Salazar, a quien le espera el enorme reto de detener la sangría de miembros de su fracción parlamentaria, de mantener cohesionados a los que permanezcan fieles a Morena y especialmente a hacer un papel decoroso, un papel que no desmerezca ante las altas expectativas que teníamos los tamaulipecos, en ese grupo parlamentario que no ha podido romper la tradición de sometimiento del poder legislativo en relación al gobernador.