Sin filtros; por Brenda Ramos
Un fracaso duele más cuando pudo ser evitado; imagínese el resultado de haber actuado en sentido contrario en el caso de lo diputados del Congreso local «La historia seria otra aunque el final fuera el mismo»
Si por ejemplo los asesores se hubieran dado desde un principio, además llegó a mi oído que se propuso formar un cuadro de diputados y prepararlos para defender en situaciones críticas y no se tomó en cuenta, ni a esta idea ni a los mismos diputados, así que además del desastre de perder la JUCOPO ahora se rumora que 3 diputados más abandonarán la bancada.
Sin embargo el congreso era un reloj y los diputados son la caratula pero dentro de este los engranes ayudaban al buen o mal funcionamiento; considero que parte importante eran las actividades del departamento de prensa.
Un buen jefe de prensa debe llegar con la piel gruesa, con ingenio e inteligencia para ser conciliador y proponer acuerdos, pero sobre todo para cuidar las espaldas en este caso las de Armando. Pero Enrique Avila no hizo ninguna de estas funciones, además le faltó el respeto y la cordialidad en su día a día con los comunicadores y aquí están las consecuencias. Tarde o temprano el precio de nuestros actos llega y según lo que me comunican es que Enrique será retirado de su cargo pronto y tal vez despedido, será cierto o no en pocos días lo sabremos.
Pero el propósito de este escrito no es hacer leña del árbol caído. Si traje a colación este tema y esta noticia, fue para alertar al escenario politiquero de que este patrón en prensa se repite en la Ciudad de Altamira con Cynthia Jaime «La Comaye» como ya se había escrito en la primera parte.
Hostil, intolerante y censora me repiten los compañeros de Altamira que es la conducta de Cynthia; mezquina e intolerable, se convirtió en el manda más de comunicación en donde el presidente municipal parece no tener el valor ni las agallas de molestar a Cynthia ni por WhatsApp para que haga su trabajo y se controle al tratar a la prensa.
Que porque «es recomendada de Erasmo», que «tiene palancas» y «vara bien alta» a Cynthia no se le toca ni molesta, ni se le audita, porque muchas quejas hay de que del presupuesto establecido, la mitad se queda en esa oficina, repito que una auditoría es necesaria.
Y si a Cynthia se le colocó para que fuera los ojos y orejas de Erasmo, mínimo hubieran tenido una pizca de Sentido Común, con «fama» de diva e intolerable no cabe en el departamento de prensa mucho menos debe ni manejar dinero, ni tratar a tanta gente.
Concluyo querido lector este texto que es la segunda parte de una advertencia del actuar de estos dos enanos del poder, bien dijimos que harían perecer políticamente a sus jefes, en menos de un mes se cumplió mi profecía sobre el daño que Enrique Avila al frente de comunicación le hacía a Armando Zertuche, si Armando Martínez no quiere perecer políticamente de la misma manera, ya conoce la solución.
