Política

La herencia de Zertuche a los tamaulipecos

Por: Mauricio Fernández Díaz

Cae Armando Zertuche y se confirma crisis en Morena

Ciudad Victoria.- Nuestro personaje empezó la 65 Legislatura con el pie izquierdo: dos diputadas abandonaron al grupo parlamentario el primer día de sesiones. Como el hielo, su reacción fue fría y cortante. Luego le siguió una legisladora más, y dos de sus compañeros se negaban a obedecer sus instrucciones; lesionaban así su liderazgo. De nuevo pareció importarle poco o restarle trascendencia. Sin embargo, el daño estaba ahí. Este miércoles 23 de marzo, Armando Zertuche Zuani fue removido como coordinador del grupo parlamentario de Morena en el Congreso de Tamaulipas.

Los resultados que deja como líder de la diputación local de Morena son malos: menor número de legisladores por cambio de grupo parlamentario, pues pasaron de la izquierda morenista a la derecha panista una vez que integraron el Congreso Local; iniciativas fallidas como la cancelación del pago de placas vehiculares y la gestión del desafuero del gobernador, infructuosa; y quizás la derrota más grande de todas: perder la Junta de Coordinación Política, el liderazgo general del Congreso del Estado, que recuperó el PAN, aunque la gente hubiera votado por Morena.

Estos errores son más que suficientes para retirar de la coordinación parlamentaria a cualquiera, y el cambio es justo y merecido. Pero Armando Zertuche no es el único culpable en esta jornada de desatinos políticos.

Uno de los perdedores visibles por el cambio de coordinador parlamentario es Erasmo González Robledo. El maderense influyó en la designación de Zertuche Zuani como jefe de bancada y como máxima autoridad de la 65 Legislatura; convenció a Mario Delgado, el líder nacional, de confiar en él. Con el visto bueno de Delgado fue sencillo negociar con Ernesto Palacios, delegado nacional en Tamaulipas y dirigente de facto en la entidad. Erasmo apoyaba así a Armando Zertuche, a quien le negaron la candidatura para alcalde de Reynosa, y facilitaba a Delgado y Palacios la solución de conflictos. Ambos, Erasmo y Armando, simpatizaron como integrantes de la Cámara de Diputados, aunque el primero de ellos con más poder, ya que presidía la Comisión de Presupuesto.

Hubo un momento, entre 2018 y 2021, en que Erasmo González Robledo concentró autoridad y mando en Morena Tamaulipas; aunque usted no lo crea, llegó a tener posibilidades de ser el candidato a gobernador, mínimas, si usted quiere, pero reales: se formó un grupo de simpatizantes de su candidatura en Ciudad Victoria, la mayoría de jóvenes, y otro en Ciudad Madero. Se atrevió a visitar en su despacho al doctor Américo Villarreal para pedirle “competencia justa” en la selección del candidato.

Derrochando glamur y boato Erasmo viajó en jet privado, se hospedó en un departamento lujoso en la Ciudad de México, y se trasladó por la ciudad a bordo de una camioneta de un millón de pesos. Pero su sueño, como el de la Cenicienta, se esfumó de golpe tras el asesinato de Sergio Carmona, su amigo y mecenas, uno de los contratistas más exitosos del actual gobierno federal. A partir de ese crimen, inició la caída de Erasmo González Robledo y de la gente afín a él.

Mucha evidencia gráfica -fotos y contratos- salieron a la superficie acerca de la relación entre Carmona y líderes morenistas como Erasmo González, Armando Zertuche y el mismo Mario Delgado. El escándalo se publicó en el diario Reforma y fue comentado en los principales programas periodísticos a nivel nacional. Tan escandalosa como la información fue la actitud de ellos: pasividad, negacionismo y arrogancia. Creyeron que si ignoraban la crisis ésta no existiría.

Pero existía, y tarde o temprano se extendería al Congreso del Estado, donde controlaban a la 65 Legislatura y hacían contrapeso al gobernador. Utilizados como chamacos, marginados del poder real, los diputados de su grupo parlamentario se les rebelaron uno a uno -tres desertaron y dos desconocieron a Zertuche- hasta perder la mayoría simple y la Junta de Coordinación Política, como señalamos más arriba.

La nueva coordinadora del grupo morenista es la diputada Úrsula Salazar Mojica, sobrina de López Obrador. Sometido a votación, el cambio fue aprobado de manera aplastante por los 16 legisladores locales de Morena. Anonadado, Armando Zertuche se enteró esa misma mañana de la decisión, en la oficina de Úrsula. Nadie lo previno un día antes, como suele hacerse: ni Erasmo le dijo.

Se equivoca quien vea en esto un acto insurgente de los diputados. Quien les dio la orden fue Ernesto Palacios, delegado nacional de Morena; por eso procedieron a sustituirlo. Esto también puso de manifiesto la estrella declinante de Erasmo González en la elección de cargos estratégicos.

De esta forma, la crisis política al interior de Morena Tamaulipas, negada tantas veces por ellos mismos, tiene ya dos víctimas en desgracia: Armando Zertuche Zuani y Erasmo González Robledo; este último ha delirado que hay grupos orquestando una campaña sucia en su contra. Como si hiciera falta tal cosa para exhibir sus flaquezas.

La buena señal que envían es que han decidido apagar el fuego inicial antes de que se queme la casa. Y esa casa es la campaña para la elección de gobernador. Urge proteger la imagen del doctor Américo Villarreal de estos infiernos para que continúe su carrera sin ningún estorbo ni conflicto, sobre todo conflictos ajenos.

Inexplicablemente, dejaron correr demasiado tiempo y ya no pueden recobrar los privilegios perdidos, como el mando de la 65 Legislatura, la Junta de Coordinación Política. Si aún les queda alguna dificultad por resolver, más vale que la despejen ya. No vaya a ser que lloren lágrimas de arrepentimiento el 5 de junio.

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