La Comuna
Américo, el líder real y legítimo de MORENA
José Ángel Solorio Martínez
¿Quién es el auténtico, legítimo líder de MORENA en Tamaulipas?
A partir del mes de abril -inicio de la campaña constitucional por la gubernatura de Tamaulipas-, sólo habrá uno: Américo Villarreal Anaya. Tendrá que asumir esa grande responsabilidad. Deberá crear una estructura político-electoral que lo lleve al triunfo, toda vez que la red partidista es inexistente y en donde existen girones de ella, opera con ilegitimidad.
Villarreal Anaya, tiene la responsabilidad de seducir a todos sus alcaldes -en las principales ciudades de la entidad, gobiernan representantes de MORENA- para suplir la apática burocracia que ha estado medrando con las prerrogativas de la autoridad electoral.
(Aún existen aberraciones tan penosas, como adeudos con la rentera de las oficinas sede del Comité Directivo Estatal. Nadie ha podido meter en cintura al Tesorero -José Luis Mederos- a pesar de que tiene denuncias por las vías Civil y Penal por su atraco a ojos vistos de los fondos partidistas. Tan es un fantasma como agrupación, como colectivo social el lopezobradorismo organizado, que nadie ha podido siquiera solicitar al holgazán CEN guinda una sanción para el responsable de las finanzas; de tanta omisión la dirigencia nacional, pasó a ser cómplice de ese sujeto que llaman Mederos).
No hay forma de ganar sin partido, no hay resultados favorables sin una retícula social que movilice a simpatizantes y militantes en la campaña y el día de la elección.
El delegado, ya exhibió su impericia y su corta visión estratégica.
Vamos: ni siquiera ha podido poner orden en la contabilidad de los recursos materiales de la organización que representa.
Este individuo, por su chata óptica de los escenarios regionales, es el responsable de la pérdida de al menos cuatro municipios en la pasada elección: González, Valle Hermoso, Miguel Alemán y Mante. Abandonó a su suerte a esos aspirantes y perdió la oportunidad de dar fantásticas cuentas a MORENA.
Esos datos de MORENA, mandata al candidato a la gubernatura, a suplir esas debilidades con un Comité de Campaña sólido, ágil, eficaz, operativo el día de la elección donde se jugará la ampliación de la influencia de la IV T en Tamaulipas.
En mucho, el triunfo de Villarreal Anaya, se sustenta en su capacidad para articular en una federación a todos los liderazgos -chicos y grandes, con autoridad o sin ella- que se mueven sin un proyecto central.
No es una tarea sencilla.
Tampoco es tan complicada.
Esa mano fuerte y precisa, debe de mostrarse incluso, en el Congreso local.
El sistema político es sabio: si el aspirante no quiere o no puede, para eso inventaron a los coordinadores de campaña.
Lo peor que le puede pasar a un candidato, es mantenerse en la parálisis…
…y disfrutarla.