Por: Mauricio Fernández Díaz
Se rompe bancada de Morena por yerros de Armando Zertuche
Ciudad Victoria.- Una desición del diputado Marco Gallegos, tomada «a conciencia» lo convirtió y puso en la historia de Tamaulipas como el diputado que vendió su conciencia y principios a cambio de un plato de lentejas, en un traidor a su partido, a su bancada legislativa y al proyecto morenista en Tamaulipas.
Todo comenzó en la pasada sesión de la 65 Legislatura del Congreso del Estado. Entraba al pleno una iniciativa para reconocer la autonomía de los municipios en la expedición y reformas de sus reglamentos, a fin de eliminar la facultad del Poder Ejecutivo de vetar su publicación en el Periódico Oficial.
La propuesta fue presentada por el diputado Humberto Prieto Herrera, también de Morena. Era cuestión de trámite darla por aprobada, ya que el grupo legislativo morenista y el PT cuenta con 18 diputados a favor, a las que suele sumarse el voto de Movimiento Ciudadano.
Como presidente de la 65 Legislatura y líder de la diputación morenista, Armando Zertuche confiaba tranquilamente en su aprobación. Pero sus cálculos fallaron.
La propuesta tuvo 19 votos en contra y fue denegada. La rechazaron los 15 diputados del PAN, los 2 del PRI, el único de Movimiento Ciudadano, y uno más… el diputado de Morena Marco Gallegos.
Él sabía bien lo que hacía. Sabía que, mínimo sería acusado de traidor, de desleal y de malagradecido. En su débil y cínica defensa alegó haber actuado en conciencia y seguro de hacer lo correcto.
A juicio de Gallegos, la iniciativa era un encargo del alcalde Carlos Peña, no un tema de la agenda de Morena en la 65 Legislatura, y de aprobarla se le habrían dado facultades al alcalde de Reynosa –y a otros ediles– para imponer reglas, sanciones y medidas punitivas a los ciudadanos sin mediar contrapesos.
Al instante, con éste hecho, se convirtió en adversario, en un traidor a los principios de la Cuarta Transformación.
Fue acusado de vender su voto al PAN, de servir ahora al gobernador Cabeza de Vaca y de pavimentar el camino al César Verástegui a la gubernatura del estado.
A su vez, el alcalde Carlos Peña aseguró que Gallegos reaccionaba en su contra porque le había pedido puestos en el gobierno municipal y se los negó, y ahora se proponía bloquear acciones que fortalecieran a Reynosa.
Pero la decisión de Marco Gallegos de ir contra su partido delata la crisis al interior del grupo legislativo con su líder, Armando Zertuche Zuani, a quien acusan de mantener un sistema de privilegios para sus diputados consentidos.
Conviene recordar que Zertuche, con ayuda de Erasmo González, desplazó a José Braña y a Úrsula Mujica, sobrinos de López Obrador, para llegar a la Junta de Coordinación Política del Congreso y a la cabeza del grupo legislativo. Los arrollaron en la votación interna para asegurar el control de la agenda, los recursos y del poder político.
Y todo eso pusieron en las manos de Armando Zertuche, pero el ex compañero de Erasmo en la Cámara Baja ha mostrado torpeza, incapacidad y autoritarismo en el cargo. La diputación del PAN, con menos integrantes, ha bailado un zapateado encima de él y le ha provocado bajas a Morena y reveses en asuntos legislativos.
Los más sonados, pero no los únicos, fueron las deserciones de las diputadas morenistas Leticia Sánchez Guillermo y Lidia Martínez López, quienes abandonaron su bancada para pasarse a la de Acción Nacional el mismo día en que se instalaba 65 Legislatura.
Con Zertuche como líder del grupo parlamentario han florecido los arreglos oscuros con el gobierno estatal, el favoritismo a algunos morenistas, y el uso discrecional de recursos para ciertas comisiones, principalmente las presididas por sus consentidos. Entre los protegidos del líder de la Jucopo está Casandra de los Santos, una diputada intolerante a derechos fundamentales como la libertad de expresión y al trabajo periodístico.
También ha sido responsable del fracaso para acelerar los juicios contra el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, y de perder votaciones importantes para hacer contrapeso al poder de Ejecutivo, como la aprobación del Presupuesto de Egresos 2022 o el cobro del reemplacamiento, que la diputación del PAN ha sabido defender para vergüenza de la mayoría morenista.
Tan pronto como en diciembre de 2021 algunos diputados hablaron entre sí de la posibilidad de cambiar a Zertuche como presidente del Congreso, pero han chocado contra un muro de hierro: Mario Delgado, Erasmo González y Ernesto Palacios, el tridente de que maneja a Morena Tamaulipas como los padrinos de la Cosa Nostra: en lo oscuro, en secreto y en contubernio.
Marco Gallegos tampoco es inocente o una víctima de las circunstancias, pues también busca su beneficio y proteger sus intereses. Pero no se ha rebelado contra Morena por estas razones. Él ha sido la señal de descomposición que priva dentro del grupo parlamentario a causa de Armando Zertuche y sus jefes.
Ingenuos, desconocen que se avecinan otras rebeliones en su bancada.