Política

Telegrama 18/02/2022

Por Oscar Díaz Salazar

Imelda machetes

Si no fuera tan grande el mal que hace, hasta simpática me resultaría la diputada panista de Nuevo Laredo, Imelda San Miguel, que desde que asumió la presidencia del Congreso del Estado, ha hecho alarde de su autoritarismo, que aunado a su ignorancia, le ha permitido ser la nota de los periodistas, el dolor de cabeza de sus rivales, el instrumento de sus patrocinadores (¿o dueños?) y la vergüenza de los tamaulipecos.

Por contraste con lo que hoy vemos en el Congreso del Estado, se extraña al diputado Arturo Soto, que si bien era tan abusivo y autoritario como San Miguel, por lo menos se notaba su preparación, conocimiento de la ley y habilidad para el debate.

Visita del Embajador norteamericano a Reynosa

Esta semana estuvo en Reynosa el señor Francisco N. Fue anfitrión en una reunión con el embajador gringo y con los gobernadores de Coahuila y Nuevo León. Las restricciones para difundir propaganda gubernamental que están vigentes en nuestro Estado, por indicaciones de las leyes electorales, nos impidieron conocer la versión «de chocolate» del gobierno de Tamaulipas, de ese encuentro histórico, sin precedentes y muy trascendental para la vida y el futuro de los tamaulipecos, del señor Francisco N con el embajador de su patria, -su primera patria-, en su segunda patria.

Para Francisco N, alternar con sus paisanos es lo suyo, es lo que le causa mayores satisfacciones, -después de los bisnes-, es lo que le provoca más orgullo. En otros tiempos, por esa proclividad a elogiar y rendir honores a los gringos, por ese afán de congraciarse con los güeros, ya le hubieran abierto un juicio por traición a la patria, por lo menos en el tribunal de la opinión pública. Pero hoy son otros tiempos y se le ha permitido al gobernador texano (Cabeza de Vaca) agasajar con el menor pretexto a sus paisanos e involucrarlos en todos los asuntos, buscando la aprobación que el pueblo de Tamaulipas ya no le brinda.

Ciudad Madero

Mientras el presidente municipal de Madero, Adrian Oseguera, mantenga la aceptación de sus gobernados, mientras conserve el beneplácito de sus conciudadanos y la aprobación que le permite encabezar la lista de los mejores presidentes municipales, en mediciones de reconocidas casas encuestadores, las aspiraciones de Erasmo Gonzales Robledo para sucederlo en el cargo resultan muy cuesta arriba.

Sin el patrocinio de los muñecos, sin el apoyo del presidente municipal actual y sin la aceptación de los maderenses, Erasmo González Robledo nada tiene que hacer en Ciudad Madero.

En lo que si acierta González Robledo es en pensar que el próximo presidente municipal no será presidente, sino presidenta, y que además será esposa de un encumbrado político… Pero la alcaldía de la urbe petrolera no será para su esposa, primera regidora del Ayuntamiento en funciones, sino para la esposa del actual presidente… Pero de eso les hablaré (escribiré) en otra ocasión.

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