CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- En una “encrucijada” social está una parte del magisterio tamaulipeco por no quererse haber vacunado contra el COVID-19 y ahora, enfrentan una orden de no volver a dar clases presenciales por dicha situación cuando se les llegue el momento.
Y es que existen en el Estado poco más de 20 mil profes que no se han vacunado según lo señaló en días pasados Gloria Molina Gamboa, secretaria de Salud en Tamaulipas.
Todos ellos por órdenes de la SET no pueden estar frente a clase presencial, y esto, es catalogado por el presidente de la Asociación de Maestros y Padres de Familia, Miguel Ángel Tovar Tapia como una decisión sin argumento para dar valides.
Y es que muchos docentes por creencia religiosa o ideologías sociales no permitieron se les aplicará ningún biológico contra el COVID-19, situación que también pone en peligro al alumnado de todos los niveles de educación.
Pero dentro de este controversial tema, se puede suscitar que los profes puedan denunciar a la autoridad educativa por no respetar sus derechos y su libertad de expresión.
“Por una parte es un riesgo para los niños y por otra parte, la SET no ofrece alternativas, aunque el sentido común indica que todos nos debemos de vacunar”, dijo Tovar Tapia.
Agregando que “la decisión de la SET creemos que no tiene el argumento suficiente, no tiene la herramienta para poder solventar o transitar sobre este problema sin generar que se violenten los derechos de todas las partes”.
El también docente expuso que es una situación compleja que nadie se esperaba, en una acción donde no se tomó en cuenta el pensamiento o sentir del maestro, que ahora, toma a muchos fuera de base y con una certeza incierta sobre su futuro en la enseñanza.
