Sin Filtros; Por Brenda Ramos.
Cuando escuchamos la frase “El poder corrompe” vienen a nuestra mente personajes políticos y del servicio público con altos rangos, como senadores, diputados federales, titulares de secretarías, presidentes municipales, etc. Siendo estos los que normalmente encabezan los titulares ante abusos de autoridad que en muchos casos terminan con sus carreras, siendo invitados a abandonar sus cargos de inmediato.
Sin embargo, cuando migajas de autoridad caen en las personas equivocadas, estas pronto pierden el piso, se les hace fácil desviar el rumbo y comienzan a causar problemas. Analicemos en caso de dos jefes de prensa a quienes se eligió para desempeñar un trabajo que se puede llevar sin la mayor dificultad, pero por su inapropiada forma de actuar están ya en el ojo del huracán, es bueno que los reflectores se posicionen sobre ellos, a fin de que sus superiores o tomen cartas en el asunto o se preparen para caer y perecer con ellos.
Cynthia Jaime “La Comaye” radica en Altamira y por recomendaciones del diputado federal Erasmo González Robledo quedo al frente del área de comunicación social del ayuntamiento, bajo las órdenes del presidente municipal Armando Martínez Manríquez.
El desempeño de Cinthia deja mucho que desear, ya que la educación y buenos modales no están presentes en su trabajo, de chayoteros y muertos de hambre no baja a los comunicadores y reporteros que cubren la fuente en la presidencia o el DIF. Se conduce con prepotencia y comentarios despectivos, no queriendo recibir a muchos compañeros porque dice ella que “apestan y no se bañan”, cuando la realidad es que los comunicadores, reporteros y periodistas pasan horas bajo el sol para buscar la noticia, trabajando honradamente para sustentar a sus familias, mientras ella se la pasa en la comodidad de su oficina, sin desgastar su sueldo.
“La palabra de Cynthia no vale” aseguran los comunicadores a quienes se les entregan los convenios “rasurados” y si quieren, sino la puerta esta bien grande les contesta la jefa de prensa, o simplemente los comunica con cualquiera de sus achichincles para seguir en el celular platicando y “comprando ropa por internet”.
Al acabarse los pretextos para no entregar el presupuesto de prensa Cynthia Jaime ideó una nueva estrategia para no cumplir con su trabajo, usar la época electoral a su beneficio; “Este mes si les voy a pagar, pero va a cubrir también la difusión por la campaña de Américo Villarreal” les comenta Cynthia a los reporteros condicionando entregar el pago por sus servicios, a lo que más de uno le han recordado que esta práctica no solo dista mucho de ser ética, sino que le puede acarrear problemas a la imagen del Doctor, que probablemente ni enterado esté de estos malos manejos a su nombre.
Un caso similar se encuentra en el área de Comunicación Social del Congreso del Estado, bajo la dirección de Enrique de Jesús Ávila Velázquez, recomendado para este puesto por el Diputado Armando Zertuche Zuani, después de haber trabajado para él en su intento por ser el candidato a la presidencia municipal de Reynosa.
No es la primera vez que Enrique tiene una mala actitud al laborar en una dependencia de gobierno, ya que cuenta con una amonestación por parte del órgano de control interno de la Secretaría de Desarrollo Rural en donde fungía como director, por no declarar su situación patrimonial del periodo 2017 a 2019.
En esta ocasión Enrique ha olvidado que existe un ser y un deber ser, es decir, lo que debería de hacerse en realidad, y otra cosa lo que pasa día a día. Repitiendo la cantaleta de Cynthia a los comunicadores que cubren el congreso, asegurando que gobierno del estado los tiene contra el piso, les corta el internet y que ahora para recibir el pago por su servicio de publicidad, tendrán que cubrir la campaña del candidato de Morena.
No se deje llevar por la imagen de pulcritud y ¡Extremo! Y extravagante cuidado en los detalles de vestimenta de Enrique, porque su conducta no es para nada amable ni educada, teniendo especial tirria con el personal femenino, “Misoginia” nos comentan, es lo que sufren las empleadas del congreso con menor rango que él.
Estos personajes lo único que refrendan con su actitud son las carencias con las que han vivido tanto por su falta de educación como su falta de compromiso y sobre todo la mecánica de desprestigio que tatúan contra el esfuerzo de sus colaboradores directos e indirectos. Se concluye que este tipo de personas manifiestan su actitud de depredadores sociales por vivir en altas fantasías y expectativas imposibles de cumplir como promesas profesionales, por eso se promueven cómo consultores de imagen y expertos en mercadotecnia politica, deberían ser medidos por su falta de ética, éxito y moral. Lo más alarmante son sus contratantes ya que si es la simpatía por sus debilidades económicas y morales el resultado será que escurren por no saber apretarse.
Para finalizar y como consejo de esta época electoral, en donde la guerra sucia está a la orden del día, los superiores de estos “Enanos de poder”, harían bien en tomar cartas sobre el asunto pues cualquier abuso de autoridad y desvío de fondos encontrado afectará la imagen de Américo Villarreal, de quien este par pretende colgarse (Desconocemos si el equipo de Américo Villarreal esté al tanto de la situación) sin tener consecuencias, total tienen el ejemplo de Cabeza de Vaca, que anda impune pese a los mil 958 millones de pesos que gastó de más en “publicidad” tan solo en el periodo 2017 a 2019.
