Por: Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria.- Con la evidencia frente a nuestros ojos, Tamaulipas tendría un gobierno corrupto, traficante de influencias y autoritario si Américo Villarreal gana la elección estatal del 5 de junio.
El doctor Villarreal y su equipo han sido incapaces de cumplir el primero de los tres compromisos del movimiento de López Obrador, el de no mentir. Le bastaría con llegar a la gubernatura para romper los otros dos, el de no robar y no traicionar.
Américo Villarreal y sus colaboradores han mentido desde que inició el proceso para elegir al candidato de Morena. Se alzó ganador del mismo mediante unas encuestas inverosímiles y muy discutidas, que nadie ha visto; no le importaron las quejas de sus rivales. El doctor y su gente se autolegitimaron y dieron por justo el resultado.
Pero la mentira más grande de Américo y los suyos es la negación de la amistad, con aires de asociación, que sostenían con Sergio Carmona Angulo, el empresario ejecutado en noviembre de 2021 en San Pedro Garza García, Nuevo León. Fiestas, viajes, camionetas de lujo a préstamo, aviones privados a su disposición, el empresario ofreció estas dádivas a los amigos del precandidato de Morena en Tamaulipas. Así lo prueban diversas fotografías y bitácoras de vuelo. Eran tiempos felices para Mario Delgado, el dirigente nacional; Erasmo González, diputado federal y presidente de la Comisión de Presupuesto, y Olga Sosa, también diputada federal y candidata a la alcaldía de Tampico. Fueron los más consentidos por la generosidad de Carmona. Después de su asesinato, los tres lo negaron.
Cuando le tocaron el tema, Américo Villarreal también lo negó. Sin embargo, un medio de la Ciudad de México aseguró que Carmona habría visitado Palacio Nacional acompañado del senador Villarreal entre mayo y junio de 2021. El propósito, al parecer, era presentar al empresario con Jesús Ramírez, vocero del Presidente y amigo del doctor. La información podría corroborarse con el libro de vistas de la sede presidencial, pero el gobierno federal se ha reservado revelarla.
Una fuente de la Fiscalía Anticorrupción de Tamaulipas sostuvo que Américo Villarreal ha utilizado durante sus giras una camioneta Suburban High Country 2021, propiedad de los Carmona, según una nota del periódico El Norte publicada el 31 de enero.
“Sí, lo conocí”, dijo Américo Villarreal el 28 de noviembre de 2021, a propósito del acaudalado contratista; no le dio mayor importancia a la relación. De viajes, camionetas o ayudas para campañas de Morena, se desentendió en absoluto.
En Tamaulipas, todos en Morena saben que el responsable de abrirle las puertas del partido fue Erasmo González Robledo, diputado federal morenista y mano derecha de Mario Delgado desde que coincidieron en la Cámara de Diputados. González Robledo lo metió al pequeño círculo que controla al morenismo en la entidad: Olga Sosa, Américo Villarreal, Ernesto Palacios e incluso Armando Zertuche, presidente de la 65 Legislatura del Congreso Local. Pero Erasmo fue siempre la pieza principal: su condición de presidente de la poderosa Comisión de Presupuesto le daba sentido a la relación entre un contratista y el partido dominante.
En efecto, de eso se trataba, de una relación de negocios. Desde 2018, las empresas de Carmona han obtenido 336 millones de pesos en contratos del Gobierno Federal, de acuerdo con una revisión hecha por el periódico Reforma. En el IMSS, por ejemplo, obtuvieron nueve asignaciones de 2019 a 2021.
Pero los grandes contratos de la Cuarta Transformación a Carmona provinieron principalmente de la SCT. Las delegaciones estatales de Nuevo León, Veracruz y Nayarit le otorgaron sendas obras. La más cuantiosa la obtuvo justo en 2021, año de su muerte, cuando le concedieron la construcción de un tramo del Eje Interestatal Tepic-Aguascalientes, por un monto de 103 millones de pesos.
Las empresas beneficiadas con todas estas obras fueron Grupo Industrial Permart y Grupo Industrial Joser, propiedad de Sergio Carmona, de su esposa, Perla McDonald, y de su hermano, Julio César Carmona. Queda claro que este empresario halló la prosperidad durante el gobierno de la Cuarta Transformación, regido íntegramente por el partido Morena.
Queda revelada, igualmente, la cercanía de Carmona con Erasmo González, Mario Delgado y Américo Villarreal, los lideres reales del partido en Tamaulipas; es ingenuo separar estas dos circunstancias o llamarlas accidentales. En política no hay nada accidental. Por cierto, las personas más cercanas en el equipo de campaña del doctor Villarreal son, justamente, Delgado y González Robledo. Ese trío y el empresario muerto huelen a dinero.
La montaña de evidencias ya reposa sobre el escritorio de Andrés Manuel López Obrador, quien ha girado instrucciones para que se investigue a fondo y se finquen responsabilidades. Nótese como, en otros casos, el Presidente ha defendido a funcionarios federales de señalamientos de corrupción, aunque las quejas sean numerosas. Así se mostró en el caso de Delfina Gómez, Félix Salgado o Cuitláhuac García . En este caso, no.
La pregunta que hoy circula por Tamaulipas no es cuando caerá Américo Villarreal sino quien lo derribará. Será Morena, por consejo del Presidente, o serán los electores, el próximo 5 de junio.
