Por:Mauricio Fernández Díaz
La pesada carga de Comunicación en la zona conurbada
Ciudad Victoria.- Por más que los alcaldes de Tampico, Ciudad Madero y Altamira deseen tener un bajo perfil y alejarse del centro de atención, están obligados a ser protagonistas en Tamaulipas, en territorio nacional y aún en América del Norte. ¿Es que allá también siguen la carrera política de Chucho Nader, de Adrián Oseguera o de Armando Martínez Manríquez? No, por supuesto. Se debe a la importancia de la región en sectores estratégicos como la petroquímica, la energía y los servicios portuarios.
Ellos se convierten, literalmente, en la imagen, la voz y el espíritu de sus municipios ante el resto del mundo. Lo bueno de Tampico lo irán a buscar en Chucho Nader; lo de Madero, en Adrián Oseguera, y lo de Altamira, en Armando Martínez. No tienen elección.
La prensa nacional o extranjera, las empresas de comunicación o productoras, los utilizan no por la familia a la que pertenecen ni por los individuos que son, sino por la ciudad a la que representan. No pueden rehusar esta delegación por más que prefieran quedarse callados o trabajar alejados de los demás. Tarde o temprano los buscarán.
Esto le concede una de las mayores relevancias al área de comunicación social en la estructura de estos gobiernos, que no pueden rebajarse al mísero papel de expedir boletines de prensa como única función. Su objetivo final es presentar los valores de la democracia, el desarrollo y la legalidad en la figura del alcalde. Si las personas no sienten esto cuando lo ven o, si lo perciben, no lo creen, el trabajo del comunicador ha fracasado.
A todos los empresarios, turistas y paseantes les interesa lo mismo: ciudades seguras, agradables y prósperas. Las áreas de comunicación social de Tampico, Ciudad Madero y Altamira deben trabajar a un ritmo frenético para cubrir estas y otras necesidades de difusión. Equivocarse está prácticamente prohibido, pues el precio que pagaría el municipio afectado por su baja credibilidad sería impagable. Se trata, entonces, de un trabajo doble para los comunicadores de esta región, pues deben proteger e impulsar la imagen de su presidente ante los ciudadanos foráneos y ante los residentes locales.
Hasta ahora, el municipio de Tampico ha superado las duras pruebas de credibilidad e imagen en sus campañas informativas y de promoción. Quizás la más importante de todas sea la de ’Tampico Brilla’, que le ha merecido reconocimientos nacionales e internacionales al alcalde Jesús Nader Nasrrallah. El responsable de Comunicación Social es Juan Zaleta, periodista de la zona con experiencia en fotografía, tareas editoriales y contenidos. Ha participado, por lo menos, en tres administraciones municipales distintas en esta área. Contacto con periodistas y directores de medios, disponibilidad abierta, conocimiento del gremio y de la idiosincrasia local, Zaleta ha facilitado la circulación de los despachos y comunicados, y esto le permite a Tampico mantenerse en el liderato de los de la zona conurbado, a pesar de que la inversión extranjera se instala fuera de esta ciudad.
Fue determinante la buena marcha de este departamento en la reelección de Chucho como alcalde de Tampico en 2021, y la preeminencia que ganó durante el proceso interno del PAN para designar candidato a gobernador, en el que figuró como favorito en varias encuestas. En suma, Juan Zaleta ha salido bien librado de estas batallas, pero aún le esperan 2022, 2023 y 2024 para ratificarlo.
En Ciudad Madero, se percibe una relación de confianza y respeto entre los ciudadanos y el alcalde Adrián Oseguera Kernion, quien visita constantemente las colonias del municipio a supervisar obras o a hablar con los vecinos. A simple vista, eso parece fácil, pero las autoridades que lo antecedieron arrastraron la imagen de la presidencia municipal en comilonas, borracheras y escándalos.
La presencia de Petróleos Mexicanos ha sido fundamental en el desarrollo de Ciudad Madero, y la relación entre la paraestatal y el gobierno municipal también atraviesa por buen momento; esta es la imagen que ha llegado a los ciudadanos. Los aciertos comenzaron a gestarse con la presencia de Loreleni Cano al área de Comunicación Social, desde se han mantenido desde 2018. El botón que corona este éxito es la reelección que igualmente ganó Oseguera Kernion en 2021.
Entonces, si la imagen del alcalde de Ciudad Madero coincide en fortaleza y respetabilidad con el de Tampico, la gente confía en sus autoridades y se habla de un clima de estabilidad política y social, a pesar de las riñas con el gobierno estatal panista, entonces, repetimos, hay un trabajo de defensa y posicionamiento exitoso gracias al departamento de Comunicación Social.
En términos de inversión extranjera directa y del valor de las exportaciones, el siguiente municipio es el más importante de la zona conurbada. Sin embargo, todavía lo equiparan injustamente con un lugar rural y pobre. Este es el reto del alcalde Armando Martínez Manríquez en los próximos tres años: sentar las bases para transformar la ciudad en un referente de desarrollo, modernidad y bienestar.
Y si la gente de casa y los de fuera asociación al municipio con un ambiente rústico y avejentado, le espera un trabajo monumental al área de comunicación social de Altamira. Cinthia Jaime es la responsable principal, pero su experiencia en estas labores es nula. Es necesario repetir que estos departamentos no se dedican a fabricar boletines de prensa sobre el alcalde: deben provocar un cambio de opinión más favorable, adecuada y positiva.
Decíamos al principio que la mirada de México y América del Norte se posan sobre la zona conurbada debido a su actividad económica y su valor histórico. Estas ciudades no merecen improvisados ni personas dispuestas a aprender lo básico cuando se necesita profesionales de experiencia y visión. Hay inversiones ‘sobrevolando’ los cielos de Tampico, Ciudad Madero y Altamira que puede alejarse si difunden una imagen equivocada.