Rebasa el ‘Truco’ a Américo y empeora la crisis en Morena
Ciudad Victoria.- La crónica que hemos escrito en el último mes coincide con el resultado de la encuesta publicada recientemente por un diario nacional. De un lado, un precandidato volcado a ganarse a la gente y entregado a su proyecto con alegría. Del otro, un hombre falto de simpatizantes, desabrido y huraño. El primero es César Verástegui Ostos; el segundo, Américo Villarreal Anaya.
Al ingeniero Verástegui, candidato de la alianza PAN-PRI-PRD, esta etapa le concede ya 36 por ciento de las preferencias. Al doctor Villarreal, de la coalición Morena, PT y PVEM, un 32 por ciento, y a Arturo Díez Gutiérrez, de Movimiento Ciudadano, 13 por ciento de los apoyos. Este ejercicio fue elaborado por el periódico El Financiero por medio de 500 encuestas telefónicas, del 21 al 29 de enero de este año.
Resulta destacable el crecimiento de Díez Gutiérrez hasta obtener un 13 por ciento cuando la meta del MC es sumar arriba de 3 por ciento para mantener el registro. Esto puede animarlo a buscar algunos nichos e incrementar su porcentaje; si bien es limitada su estructura, puede emparejar a Américo Villarreal o incluso superarlo si mantiene el ritmo y aprovecha las circunstancias políticas.
Quien ha agarrado vuelo y suma simpatías cada semana es el ‘Truco’, indiscutible ganador de la etapa de precampañas del proceso 2022 para elegir gobernador de Tamaulipas. El acierto de la estrategia es evidente: poner por delante al personaje, al hombre conocido de todos, a su nombre y su apodo. Nada de “arriba el PAN” ni “arriba el PRI”, porque son más bien lastres que ventajas. El mensaje principal es él, a diferencia de Américo, quien plagia los mismos eslóganes de Morena nacional y promete la desgastada “esperanza” a los tamaulipecos.
Solo un ciego no percibe que el plan del doctor Villarreal y su grupo consiste en coaccionar el voto por medio de los programas federales, de la ayuda a las personas de la tercera edad y de algunos apoyos a jóvenes y productores. No les interesa buscar simpatizantes, agradar a la gente o convencerlos de su proyecto. Soberbios, confían en el sentido de “gratitud” de los beneficiados para que voten por Morena el 5 de junio. Más que pedir el voto, pretenden exigirlo, cobrar los favores otorgados a las personas, según su manera mezquina de pensar.
Otro despropósito del equipo de Américo es llevar a la esposa con él a todas partes, incluso como oradora de los eventos. La señora María de la luz Santiago no aparecerá en la boleta y nadie votará por ella. ¿Quién le dijo que se montara en las giras y hablara a los asistentes? ¿De qué le sirve al precandidato hacer un alarde de esposo fiel, de familia unida, si en esta etapa el objetivo principal es cerrar filas con la militancia para conseguir el triunfo electoral? Una de dos: o están mal asesorados o son engreídos y creen saberlo todo. La presencia de la esposa no le aportó nada a él; al contrario, lo perjudicó, pues el viernes pasado respondió de forma amenazante a un comunicador que perseguía a Américo con una pregunta. Tan unidos quisieron mostrarse que ahora serán citados así, ante la Fiscalía General del Estado, como marido y mujer, por el delito de agresión contra un periodista.
Otro revés para Morena y su precandidato es la crisis aguda que divide a la militancia y la enfrenta con sus dirigentes. La razón, como todos saben, es la imposición de Américo Villarreal Anaya como el abanderado para la elección de gobernador. Incluso ha surgido un segundo precandidato, aunque no reconocido pero identificado con muchos morenistas, para sustituir al doctor Villarreal y detener la caída en las preferencias del partido. Se trata del doctor Alejandro Rojas Díaz Durán, militante y fundador, hombre acostumbrado a remar contra la corriente y a luchar en condiciones adversas. Difícilmente se redirá de pedir la cancelación del registro de Américo, y le causará una mayor fractura al morenismo estatal.
Sería un error culpar a Díaz Durán de esa polarización o de las luchas internas entre militantes. Eso quieren insinuar, pero la realidad se muestra sola. La enfermedad de Morena se llama traición, el autoritarismo cupular que encabezan en Tamaulipas Mario Delgado, Erasmo González y Ernesto Palacios, quienes parecen conformar, a propósito, un proyecto político en Tamaulipas integrado principalmente por priistas y panistas. Mario Delgado ha perdido hasta el respeto de los militantes, y a donde quiera que se presenta lo reciben a huevazos.
La última estocada sobre la moribunda precampaña de Américo Villarreal han sido las más recientes revelaciones del caso Sergio Carmona, un empresario unido al doctor Villarreal, Mario Delgado y Erasmo González, a quien el gobierno federal morenista ha asignado más de 300 millones de pesos en contratos. Es pertinente recordar el nombre del presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso de la Unión hasta 2021, y responsable del paquete de proyectos a financiarse en el país: Erasmo González.
Toda esta información ha sido consumida cada vez más por los tamaulipecos y deja una idea clara en las mentes: Américo Villarreal y su grupo son corruptos, y su intención es aprovecharse del Gobierno Estatal para beneficio propio.
Las encuestas han respondido, pues, a las estrategias implementadas por cada precandidato para posicionarse en la confianza de los votantes. Américo Villarreal es el perdedor de esta etapa y el único responsable de sus malos resultados.
Solo es cuestión de sostener el paso para que se consuma la victoria de César Verástegui en la elección del 5 de junio.