Baja presa a niveles críticos
CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La presa Vicente Guerrero se seca, luego de que se encuentra en su nivel más bajo en los últimos 12 años al llegar al 33 por ciento de su capacidad y en las próximas semanas seguirá bajando.
Este viernes 18 de febrero el Sistema Nacional de Información del Agua en su monitoreo de las principales presas de México, reveló que este vaso lacustre que es el principal proveedor de agua potable para la capital del estado seguirá bajando debido a que está vigente el ciclo de riego agrícola del Distrito de Riego 026.
De esta presa los agricultores de Abasolo y Soto la Marina, riegan poco más de 27 mil hectáreas que siembran principalmente de maíz y sorgo en esa zona, donde en este año les autorizaron casi 500 millones de metros cúbicos por lo que la presa podría quedar con poco más de un 20 por ciento para mediados de año.
El informe revela que la presa cuenta con un almacenamiento de mil 271 millones de metros cúbicos de agua, con un 33 por ciento de su capacidad que es, uno de los niveles más bajos que ha registrado en más de una década.
La presa Vicente Guerrero en julio del 2010 y hasta el 2011, logró contar con más de un 100 por ciento de su nivel, luego de las lluvias que dejó a su paso el Huracán Alex, sin embargo, en los últimos años este vaso lacustre ha registrado un nivel cada vez más bajo debido a la ausencia de lluvias.
Además investigaciones realizadas por expertos en temas hidroagrícolas señalan que además en la presa existe una fuga de agua, debido a una falla subterránea que tiene la presa, que hace que el agua aparezca más delante de la represa.
Los edificios históricos como la escuela primaria, las casas, el puente viejo que cruzaba el río Purificación en la carretera de Viejo Padilla – Jiménez, y hasta el cementerio antiguo volvieron a aparecer después de haber permanecido por décadas bajo el agua.
El agua también se ha alejado de los centros ecoturisticos de la zona, donde en lugares como Villanautica han tenido que realizar excavaciones para lograr que el agua llegue al muelle luego de cada vez está más alejada.
Asimismo, los pescadores de las cooperativas cada vez tienen que caminar más para bajar sus cargamentos de peces a la zona de acopio, debido a que el agua se alejó, cuando antes estaba casi a fuera de sus viviendas.
De no llover los expertos estiman que la presa solo le quedará agua para atender la demanda de líquido para el 2023, por lo que se corre el riesgo que latente para el 2024 de que toda la zona se quede sin agua.