Por:Mauricio Fernández Díaz
Salen más evidencias de la corrupción de Américo Villarreal
Ciudad Victoria.- Por ser el partido que más habla de combate a la corrupción, de moral y de austeridad, se le impone a Morena y a sus miembros un comportamiento impecable en este proceso electoral 2022. Se mide la congruencia entre lo que exigen y lo que hacen. Y al poner sus palabras y sus actos en la balanza, vemos claramente que no pasan la prueba. Y uno de estos reprobados es Américo Villarreal Anaya.
Se ha sometido a una revisión exhaustiva la procedencia del vehículo en el que el doctor llegó a dar su III Informe Legislativo, en septiembre de 2021. Se trata de una camioneta de lujo, una Chevrolet Suburban, modelo 2018, con placas PAH-2403, del Estado de México.
De acuerdo con datos publicados por el sitio de noticias La Expresión, es una camioneta tipo Premier, motor de ocho cilindros, de transmisión automática y todo terreno. Cita como fuente al Registro Público Vehicular (REPUVE).
Se le puede considerar una pieza de gama alta por su precio de venta: 122 mil 360 pesos, que se pagaron al contado, según una consulta al Sistema de Control Vehicular de la Secretaría de Finanzas, Administración y Planeación del Estado de México, mencionada en el reportaje.
El propietario de la camioneta no es Américo Villarreal sino una mujer del Estado de México identificada como Brenda Aparicio Naja en los registros de aquella entidad. ¿Es acaso una empresaria, una figura prominente del centro del país? ¿Quizás una líder de Morena, con influencia en aquella región?
Aparicio Naja no es ninguna persona pudiente ni empresaria: acudió a solicitar apoyo al departamento de Asistencia Social en la delegación Álvaro Obregón, de acuerdo con un rastreo en archivos oficiales. Tan incapaz es de adquirir una camioneta Suburban que recibió 10 mil 250 pesos de ayuda mensual en la delegación a dónde pidió auxilio económico en 2014.
Un año después, tramitó y le autorizaron la entrega de un vale electrónico de apoyo alimentario por un monto de 280 pesos, en los meses de agosto a diciembre de 2015.
Resulta increíble que una camioneta Chevrolet Suburban, modelo 2018, pertenezca a una mujer que se ha inscrito en el programa “Madres Solas”, del Sistema DIF de Coyoacán, para personas con un ingreso no mayor a dos salarios mínimos. Brenda Aparicio es madre de una menor de 15 años, de acuerdo con los documentos revisados en la investigación.
Los periodistas de La Expresión contactaron por la red social Twitter a la señora Aparicio Naja y le preguntaron, vía mensajes, si ella era la persona señalada en las facturas y registros de la camioneta usada por Américo Villarreal Anaya, o si ella había dado su consentimiento para esas operaciones.
“Me gustaría saber referente a qué es y a qué documentos se refiere”, respondió. Se le enviaron copias de los documentos, pero ella suspendió la conversación.
Como en otros casos de Morenistas involucrados con empresarios, hay un caudal de evidencia basada en registros, facturas y matrículas de circulación que relacionan al doctor Villarreal con una señora sin poder adquisitivo para comprar de contado una camioneta Suburban. Sin embargo, los documentos lo afirman, y no han sido desmentidos hasta este momento.
Primero, Sergio Carmona, contratista del gobierno estatal y del gobierno federal, ultimado a balazos en San Pedro Garza García, Nuevo León, en noviembre de 2021. Ahora, una mujer identificada como Brenda Aparicio Naja, de condición económica precaria pero convertida, inesperadamente, en propietaria de una camioneta Suburban; siempre hay un tercero o una persona fuera de Morena que le entrega vehículos, viajes o aviones a Américo Villareal Anaya, precandidato de Morena en Tamaulipas para la elección de gobernador. Uno debe preguntarse, seriamente, si el doctor trabajará por los habitantes del estado, en caso de subir al poder estatal, o si lo hará por grupos de interés privado, por particulares que lo patrocinen, por extraños que financien su campaña con recursos económicos o en especie. Hasta ahora, no parece un precandidato libre de intereses particulares o comprometido únicamente con las causas de la población.
Morena Tamaulipas, junto con su precandidato, han dejado hasta ahora una impresión canallesca, de malhechores, como una mafia que trabaja para su propio beneficio, de espaldas a la ley y a escondidas de la sociedad. Son poco o nada transparentes, y cuando se investiga la procedencia de sus recursos materiales, salen elementos como para escribir una historia criminal.
Al principio pensábamos que las faltas graves cometidas por Morena durante la precampaña eran solamente responsabilidad de Américo Villarreal, como cabeza del proyecto. Pero ahora puede decirse que proceden de un grupo de conspiradores que intentan burlarse del presidente López Obrador, integrado por Mario Delgado, Erasmo González, Ernesto Palacios, Olga Sosa y Armando Zertuche. Morena Tamaulipas está dividido y enfrentado consigo mismo por la errónea estrategia de apoyarse en figuras priistas y no en la militancia real ni en los fundadores del partido.
Y mientras los morenistas se canibalizan y arrastran penosamente la campaña de Américo Villarreal, la alianza del PAN-PRI-PRD, con su abanderado César Verástegui Ostos, los rebasan y se adelanta en la carrera por la gubernatura de Tamaulipas.