Ómicron político en el sur de Tamaulipas
Ciudad Victoria.- Amigas y amigos, este es buen momento de pedir favores a las 12 uvas del ritual del Año Nuevo para que ni el coronavirus ni ninguna otra pandemia frustren sus planes.
Esto viene a colación ahora que la Secretaría de Salud acaba de poner a Tampico y Ciudad Madero otra vez en semáforo rojo. ¡Maldito ómicron! Se trata de una mala noticia para nuestros paisanos jaibos y petroleros, la primera de 2022. Ustedes saben que la principal actividad económica de estas ciudades hermanas, con la salvedad de Petróleos Mexicanos, es el comercio y los servicios: los cientos de restaurantes, cafés, bares, terrazas y salones que generan riqueza y empleos en la zona.
Con el semáforo rojo, Tampico y Madero volverán a deprimir sus economías cuando apenas comenzaban a alzar la cabeza gracias a las ventas decembrinas. Ahora, con la nueva orden del gobierno del estado, todo cambia. Restaurantes y lugares públicos deberán reducir su aforo al 50 por ciento; la venta de alcohol se limita de lunes a sábado hasta las 10 de la noche (un sinsentido en una zona de turismo playero). Tiendas y supermercados solo deberán admitir a un miembro por familia.
En establecimientos comerciales, como zapaterías, los ancianos, niños y mujeres embarazadas, solo pueden entrar en horarios restringidos.
Tanto CHUCHO NADER como ADRIÁN OSEGERA, alcaldes de Tampico y Ciudad Madero, respectivamente, hacen hasta lo imposible por mantener en movimiento a sus municipios, pero hay un límite. Nos preguntamos si el semáforo epidemiológico es la única salida para enfrentar la pandemia o si hay otras acciones que se han ignorado o desatendido. Acá, en voz baja, se dice que el nuevo semi confinamiento es para ablandar a CHUCHO NADER en sus ambiciones de ser gobernador; de paso, afectan a una de las figuras morenistas más destacadas, con OSEGUERA KERNION.
Quién sabe. A veces parece que el gobierno de Cabeza de Vaca trata con negligencia la pandemia, que el cierre o apertura de ciudades está sujeta a discreción, que no se mide a todos con el mismo rasero. Un ómicron político ataca a las ciudades de la zona conurbada.
2021 no fue tan mezquino con los maderenses gracias ADRIÁN OSEGUERA, quien entregó dos kilómetros de calles pavimentadas en el primer trimestre. Se benefició a 2050 personas, y se mejoraron las condiciones de bienestar de las colonias Simón Rivera, Heriberto Kero, Hipódromo, sector Adolfo López Mateos, fraccionamiento Carlos Jiménez Macías, Sahop, Felipe Carrillo Puerto, Puerto Alegre, Adriana González, Hidalgo Oriente y Obrera.
En Altamira, ARMANDO MARTÍNEZ MANRÍQUEZ llevó las palabras a los hechos en su plan de impulsar el turismo en el municipio, una actividad francamente ignorada por la mayoría de los gobiernos pasados.
El alcalde ya inauguró la Isla de la Esperanza, un islote rehabilitado que se ubica en la laguna del Champayán. Cientos de familias locales ya disfrutan de este paseo desde el 31 de diciembre, fecha en la que se presentó un espectáculo nocturno para recibir el Año Nuevo.
El mismo día, el Cabildo de Altamira aprobó por unanimidad el Plan Municipal de Desarrollo de MARTÍNEZ MANTÍQUEZ, y ya comenzaron los primeros preparativos de los principales proyectos. Uno de los primeros logros del alcalde, de entrada, fue incrementar de 31 a 32.4 millones de pesos los fondos federales destinados a obra pública.
Este lunes, el calendario marca ya a 3 de enero de 2022. ¡Cómo vuela el tiempo! Hace unas semanas nos parecía tan lejano e inalcanzable el año nuevo, y ahora ya comienza volar. Amigas y amigos, estamos en precampañas políticas, y pronto asistiremos a la constitucional. La zona conurbada jugará un papel fundamental en el resultado de la elección. Ay, de aquellos que le hayan puesto una mano encima a Tampico, a Madero y Altamira.
