Política

El 2022; El año de Hidalgo panista

Por Oscar Díaz Salazar

A pocos días de cumplirse el segundo año de gestión del Doctor Xicotencatl González como presidente municipal de Victoria, los jefes del PAN en Tamaulipas entendieron que, de permanecer en el cargo el galeno bailarín, sería inevitable la derrota en la elección para la renovación del ayuntamiento capitalino, como a la postre sabemos que de cualquier forma ocurrió.

Ese sentido de la oportunidad e inteligencia para diagnosticar el deterioro de la relación entre gobierno y sociedad, para entender el repudio de los victorenses a su presidente municipal, no lo vemos hoy para hacer lo propio en cuanto al rotundo rechazo de los tamaulipecos al ex gobernador y al Partido Acción Nacional.

Si ya de por sí es difícil la autocrítica para cualquier persona, más lo es en un individuo, Cabeza de Vaca, que se dejó seducir por el canto de las sirenas, que extravío el juicio al entregarse al sueño guajiro de ser presidente de la república y de sentirse el soberano de Tamaulipas, el reyezuelo que podría heredar el cargo a un familiar.

El mensaje de las urnas es claro y fuerte: los tamaulipecos ya no quieren (queremos) a Cabeza de Vaca ni al PAN. Si lo entienden los dueños del PAN en Tamaulipas y actúan con rapidez e inteligencia, pueden cambiar el pronóstico de la derrota en el 2022 a la que hoy se enfilan derechito y en caída libre.

Son varias cosas las que tendrían que hacer los panistas, pero no las van a hacer, porque no está en la naturaleza de Francisco N; porque los actores políticos panistas están pasmados y no son capaces de decirle que se está equivocando ni de accionar por su cuenta y porque Cabeza de Vaca ya decidió que quienes con él se encumbraron, lo deben acompañar en la caída.

Lo que deberían hacer los panistas, entre otras cosas es: pedir licencia y definir un nuevo gobernador; despedir a los funcionarios foráneos y convocar a lo mejor del PAN a cerrar el sexenio; contratar a panistas de todos los municipios del estado; aprovechar el semestre previo a la elección del 2022 para construir un candidato y para esto es necesario cederle todos los reflectores y muchas de las desiciones; sacar a las esposas, hijos, hermanos y novi@s del gobierno; poner el gobierno en manos de los mejores; pagar compromisos postergados; liquidar facturas y pagos; recomponer las relaciones con los dueños de medios y periodistas locales; regresar a la normalidad democrática a los comités municipales del PAN, convocando a elecciones para definir las directivas; controlar a sus policías.

Los panistas tienen que cambiar, lo necesitan. Un cambio profundo que incluya hasta el módito de andar… Por la vida queriendo ser tratados como gente decente, cuando ya es de sobra conocido que no lo son, no en este momento, no los que han gobernado estos últimos cinco años en Tamaulipas.

Para meterse a la pelea en 2022 e intentar revertir el rechazo de los tamaulipecos, necesitan cambiar desde ahora y a conciencia. Pero no lo harán porque al quinquenio de atraco al erario, le quieren sumar el año de Hidalgo; porque saben que no tienen futuro, y a estas alturas ya no les importa. Van por el resto.

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