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¡Alerta máxima!: Américo no tiene simpatizantes. Cae marca en encuestas Por:Mauricio Fernández Díaz

Ciudad Victoria.- Faltan 144 días para la elección de gobernador y las imágenes de la competencia son elocuentes. Por un lado, César Verástegui Ostos, de la alianza PAN-PRI-PRD, convoca a todas las corrientes, grupos y líderes a formar un solo equipo para ganar la contienda. Por el otro, Américo Villarreal Anaya, precandidato de Morena-PT-PVEM, se reúne con 20 personas e invita a las “buenas voluntades” a luchar con él.

No podíamos creerlo hasta que lo vimos con nuestros propios ojos: Américo no tiene simpatizantes; ninguno. El puñado que lo acompaña son leales a Morena, al presidente López Obrador o son personas agradecidas por los programas sociales; comparten alguna de estas motivaciones para acudir a las reuniones, pero Américo no es una de ellas.

La campaña del doctor Villarreal no enciende; marcha a medio motor, a media temperatura y a media fuerza. El señor se limita a presentarse donde lo llamen; no mueve un dedo ni un alma a su propio evento porque deja que los grupos morenistas locales se encarguen de todo. Quizás no gaste ni en la gasolina del vehículo que lo transporta. Esa pasividad que exhibe su persona contagia fatalmente a los curiosos que asisten a sus mitines, y aquello parece una tardeada de vecinos sin quehacer y no una precampaña en la que se decide el futuro del estado.

Si esta situación se prolonga, se verá lo mismo en las casillas el próximo 5 de junio: unos cuántos electores en la fila con su voto a Morena, más por compromiso que por gusto, mientras los seguidores del ingeniero Verástegui se entusiasman unos a otros para salir a votar, como hacen ahora cuando acuden a las presentaciones.

En muchas ocasiones, los votos los atrae el candidato más alegre, el más animado y más radiante. Los cabizbajos no interesan a nadie. Solo por sus ganas y su júbilo, el ex Secretario General ya adelanta a Américo Villarreal, quien ha conducido su precampaña con un mínimo esfuerzo.

Muchos se preguntan si el doctor Villarreal realmente quiere ser el candidato a gobernador de Morena o solo participa por complacer a la cúpula del partido. Lo sienten apático, abstraído e indiferente. No dirige, no organiza, no exhorta. Es el precandidato más gris que nunca se haya visto en procesos electorales del estado.

Américo no ha comprendido que en esta elección tendrá que ganarse el apoyo de los votantes y no como en 2018 cuando López Obrador, por su presencia en la boleta, le atrajo respaldos. Los verdaderos morenistas están desesperados por la falta de seriedad del doctor hacia el proceso y las aspiraciones de cambio. Sin embargo, se trata de una constante en la actitud de Villarreal Anaya desde que llegó al senado y se integró a la bancada dela Cuarta Transformación. El hombre nunca volvió al estado a recorrer municipios, a caminar entre la gente, a sostener un diálogo con los líderes locales y los representantes del partido.

Sin visión y sin proyecto político, los últimos tres años los dedicó enteramente a las tareas legislativas y a cultivar sus propias relaciones en el ámbito médico de la capital del país. A Tamaulipas solo volvía los fines de semana para estar con su familia; así de conformista y aburguesado vivió hasta 2021, cuando decidió participar en el proceso interno para elegir al candidato a gobernador. Maki Ortiz tuvo razón cuando dijo que Américo había estado muy ausente de Reynosa y sus necesidades. Nosotros añadiríamos que la ausencia pesó en todo Tamaulipas, por eso ahora que recorre las distintas poblaciones la gente se sorprende de verlo. “¡Ah, usted es Américo!”.

En política no existen los milagros; solo los hechos, las estructuras, los dineros, dan los triunfos. Morena ni siquiera cuenta con oficinas municipales en las principales ciudades del estado; el Comité Directivo Estatal es un simple fantasma, y no hay bases territoriales que se encarguen del trabajo político: ni siquiera hay nuevas afiliaciones. En esas condiciones, y con un candidato con la mente en la luna, ¿quién se atreve a asegurar que Movimiento de Regeneración Nacional va a ganar la gubernatura de Tamaulipas, que el voto de la gente ya está decidido, o siquiera que el partido va arriba en las preferencias de votación?

Se podría hablar de una tendencia a favor de Morena entre marzo y abril de 2021, cuando las investigaciones de la FGR exhibieron al gobernador Cabeza de Vaca en un entramado de lavado de dinero. Para los tamaulipecos fue la prueba del engaño perpetrado por los panistas, y ahí volcaron su interés a la izquierda en los comicios de ese año. Sin embargo, la historia ha seguido su marcha, y las condiciones exigen ahora nuevas soluciones y propuestas. Un Américo Villarreal está lejos de simbolizar un futuro de desarrollo e innovación para Tamaulipas. Los ciudadanos aborrecen el cabecismo reynosense pero también la apatía del médico de Ciudad Victoria, que adeuda a los morenistas un poco de carácter y amor propio.

Es cuestión de semanas para que las encuestas reflejen un cambio en las tendencias de votación como resultado del trabajo político de los precandidatos. La disyuntiva se divide entre avanzados y conformistas, entre entusiastas y apáticos, entre Verástegui y Américo.

Morena, en realidad, tendrá que batallar con dos adversarios: el PAN y el doctor Villarreal.

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