SIN FILTROS; POR BRENDA RAMOS
Con la celebración del 60 aniversario de la emancipación municipio que me vio crecer, Cd. Río Bravo Tamaulipas, es que analicé, observe, reflexione y recapacite tanto en la historia de nuestra ciudad, así como la manera en que fue posible dicha emancipación, encontrando un grave problema en el asunto. Por tal motivo me es de suma importancia el compartirlo con usted apreciado lector y apreciable lectora, a fin de que la historia no vuelva a repetirse.
Para los que consideramos la historia fascinante, los eventos importantes como el del día de hoy nos resultan sumamente estimulantes, sobre todo cuando estamos orgullosos de nuestros orígenes, cuando amamos nuestra ciudad y deseamos lo mejor para esta y sus habitantes.
El leer la manera en que ocurrieron los acontecimientos, saber como cuando y los nombres de quienes lograron que la jurisdicción de Río Bravo se erigiera como municipio nos llena de orgullo. Sin embargo y a 60 años de esto me es extremadamente preocupante que las cosas no hayan cambiado casi nada, pero para las mujeres. Permítanme explicarme mejor.
Al leer los nombres de quienes hicieron posible la emancipación de nuestro glorioso municipio, no ex extraño encontrar nombres de varones, y al analizar hoy en día la situación de la ciudad es que caigo en cuenta que son pocas las mujeres destacan y tienen logros importantes para atribuirle a la historia de la ciudad, para que las generaciones futuras se llenen de orgullo al leer sus nombres en las páginas de la historia del municipio.
¿Por qué el liderazgo de las mujeres no figura en los titulares de nuestro municipio? ¿Por qué solo una minoría tiene éxito, y lleva en alto el nombre de este? Esta es una cuestión completamente social, no de capacidades puesto que a lo largo de cientos de años hemos demostrado que somos capaces de realizar cualquier actividad que un hombre pueda hacer y aun así se silencia nuestro potencial y su poder.
Se nos hace creer que vivimos en un matriarcado, en el cual nuestras mamás, abuelas, bisabuelas etc. Son las jefas de familia, las que toman las decisiones, las que llevan el sartén por el mango, nos venden un mundo utópico en el cual tenemos la última palabra. Y a pesar de que muchas han asumido el papel de jefas de familia siendo el único sustento de sus hijos, que cada día vemos más profesionistas, más emprendedoras, mas empresarias, mas figuras de autoridad, nunca hemos podido alcanzar en cifras los logros que obtiene el género masculino.
Ya no se cataloga como triste sino como preocupante que, en nuestro municipio a estas alturas de siglo, no tengamos al menos las mismas oportunidades de triunfar como las tienen los hombres. Y no me mal interprete, no estoy hablando del camino equivocado que toman algunas mujeres de atacar a los hombres con un falso feminismo, en donde ellas pretenden pisotear a los hombres como algún cierto tipo de venganza o una manera de “vender” una imagen para lograr sus objetivos. Yo me refiero a que es preocupante que no haya igualdad de oportunidades, y si las hay ¿Por qué no las vemos?
A diferencia de otros municipios en el estado, en el nuestro podemos contar con los dedos las figuras femeninas que aparecen lidereando en el panorama. A 60 años no hemos tenido una senadora, y que hablar de una Alcaldesa, esos son solo sueños, fantasías, ilusiones. Es por eso que quise compartir con usted querido lector y querida lectora, esta realidad que el día de hoy sentí como una bocanada de agua fría.
El estudiar hoy la historia de la emancipación de mi querida ciudad me hizo comprender el atraso en que nos encontramos, la realidad es que no tenemos las mismas oportunidades que los hombres y las estadísticas no mienten. Para que esto cambie, necesitamos cambiar todos, primero debemos entender nuestra realidad, aceptarla, exponerla para finalmente cambiarla.
Feliz 60 aniversario a todos los riobravences, en especial a las mujeres, porque somos fuertes, valientes y capaces, nunca olviden que somos el pilar de la humanidad, y la fuerza de nuestros hogares.
