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Llama a la violencia electoral Cabeza de Vaca Por Mauricio Fernández Díaz

Cundirán agresiones en campañas de Tamaulipas

Ciudad Victoria.- En Tamaulipas vivimos la misma polarización política que en México (y el mundo, dicen muchos), y por eso las discusiones sobre temas comunes, incluso sencillos, terminan en agresiones. La violencia física, que tanto daño ha causado en esta época, es ahora violencia verbal de todos los días. Que la gente se desahogue con algún exabrupto es entendible si nos atenemos a los problemas económicos y a la pandemia. Pero que un estadista, un gobernador, utilice el repertorio de Picardía Mexicana, nos da la señal hacia dónde vamos.

El gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, en una cena con burócratas, ha calificado otra vez de “batalla” las diferencias políticas que sostiene con la oposición. Lo que todos entendemos por batalla es una lucha a muerte, de matar o morir. ¿Es un llamado a chocar con los partidos rivales, como Morena y sus aliados, o a esforzarse para ganar las competencias electorales? Cuando ha utilizado esta palabra lo hace con la voz partida, a grito descarnado. Este gesto está lejos de llamar a la moderación o la prudencia.

En esa misma reunión, Cabeza de Vaca se permitió hacer un ademán que en nuestra cultura machista es bastante común, un tanto vulgar para exhibirlo delante de las damas. El gobernador sostuvo las manos abiertas al aire, con las palmas hacia arriba, como si palparan bultos invisibles. Con ese ademán se alude a los genitales masculinos, a unos muy grandes.

“Uniendo esfuerzos, capacidades, esfuerzos, y pantalones (hace aquí el ademán de los genitales), como el de nuestro secretario, va a seguir, va a continuar en Tamaulipas”, dijo el gobernador ante la concurrencia. Como telón de cierre, le llovieron aplausos.

Con ese discurso Cabeza de Vaca reveló que su favorito para la candidatura del PAN en 2022 es César Verástegui Ostos, el ‘Truco’, secretario general de Gobierno. En Sentido Común ya lo habíamos adelantado, a pesar de que los medios oficiales difunden la farsa de una elección interna como método democrático. Los otros aspirantes, Chucho Nader Nasrrallah e Ismael García Cabeza de Vaca, actúan pasivamente y dan la impresión de promoverse por la fuerza.

Desde las denuncias penales por lavado de dinero, asociación delictiva y operación de recursos de procedencia ilícita, entre otros, a cargo del Gobierno Federal, el mandatario ha respondido bravucón y altanero a estos temas. Se muestra todavía más retador cuando está en público, como en las marchas que organizaron sus colaboradores, con empleados de gobierno obligados a asistir, para defenderlo del proceso de desafuero.

“Ante las embestidas de este gobierno, yo les digo a todos ustedes: me podrán seguir atacando, difamando, calumniando, pero que sepan y sepan bien: aquí, aquí nadie se rinde”. Abrió con esas palabras; luego habló otra vez en términos de guerra y combate.

“Voy a seguir luchando por Tamaulipas y por mi gente. Vamos a seguir dando la batalla por este gran estado, porque sé y sé bien que no estoy solo”.

Lucha, batalla, rendición, la mentalidad del gobernador es claramente la de un hombre beligerante y agresivo. La novedad aquí es que ya no lo trata como asunto personal, como una responsabilidad suya; no. Ahora llama a todos a “no rendirse” de los ataques a Tamaulipas, aunque todos sabemos que el problema es solo de él. Les pide a los ciudadanos prepararse a agredir, a ofender, a arrojarse, pues esas son las acciones que acontecen en una ‘batalla’, y no otras. Falta muy poco para que pida a los tamaulipecos que se sacrifiquen por él.

De ese tono desafiante solo pueden salir trifulcas y violencia. Cabeza de Vaca se ha convertido en factor de polarización y enfrentamiento; el PAN acusaba al presidente López Obrador de eso y ahora tiene a un gobernador con la misma debilidad. Si desde ahora lanza pullas en público contra sus opositores, y llama a los tamaulipecos a dar la batalla, ¿qué iremos ver en las campañas a la gubernatura de 2022? ¿No juzgará normal y hasta lógico las agresiones a los adversarios, la publicidad difamatoria y la denigración? Al fin y al cabo, según su manera de pensar, es una batalla.

Nunca será suficiente repetir el saldo que dejaron las elecciones de este año, según la consultora Etellekt. Es el conteo de agresiones a candidatos, familiares de candidatos, colaboradores y funcionarios electorales de las campañas recientes: 102 asesinatos, 48 intentos de homicidio, 47 atentados a familiares y 47 secuestros.

Siendo Morena el partido más favorecido en las encuestas aplicadas en Tamaulipas, el siguiente cómputo reviste el mayor interés en la localidad: 1 de cada 4 agresiones o atentados se cometieron en contra de miembros de Movimiento de Regeneración Nacional.

Tampoco se puede pasar por alto la ejecución del empresario más cercano a Morena en los últimos comicios, Sergio Carmona, ocurrido el 22 de noviembre en San Pedro Garza García, Nuevo León.

Pero es innecesario esperar la violencia física o la inseguridad para preocuparse del porvenir cercano. La violencia verbal es veneno suficiente para mermar el clima de convivencia entre ciudadanos, de por sí disminuidos por la crisis económica y la pandemia.

Las únicas palabras de paz y aliento de Cabeza de Vaca saldrán del mensaje navideño. Habrá que aprovechar ese momento porque las usa pocas veces. Según todos los indicios, no volverán a oírse en 2022.

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