Llama la atención que, como por arte de magia, el regidor priista Horacio Reyna se haya tornado combativo en su papel opositor frente al ayuntamieno morenista que preside Eduardo Gattas, cuando existen pruebas irrefutables de que en los tiempos de Pilar Gómez, la prima panista lo maiceaba con despensas. Y lachito comía de la mano azul, sin tocar a la administración pilarista, ni con el pétalo de su adocenado silencio.
¿Dónde andaría este chavo con ansias de torero que, en su momento no vio la corrupción y la pus administrativa considerada como el signo más distintivo del pilarismo en Victoria? ¿Ahí están los videos que acaba de mostrar el alcalde Gattas. Pero Lacho prefirió mirar hcia otro lado.
Recientemente Lacho salió a criticar el presupuesto aprobado por el cabildo de Gattas. Pero en su momento, no fue capaz de formular alguna propuesta sobre este tema en específico. ¿Carecerá de capacidad para instrumentar propuestas serias de política pública? Más que como priista, Lachito se comporta como un panista resentido.
Ya debería de quitarse la máscara y mostrar su verdadero rostro como personero del panismo en turno.
Ya se está haciendo costumbre que este regidor priista ataque solo por atacar y por obtener reflectores. Lo más delicado de todo esto es que, desde que lo cacharon tratando de torcer el sufragio de los victorenses, por medio de dádivas alimenticias, y alentando el voto del hambre, ha perdido credibilidad ante la ciudadanía.
