La Comuna
Congreso tamaulipeco: el canto de las sirenas y el tintineo de las monedas
José Ángel Solorio Martínez
Al cierre del año, la mayoría en el Congreso de Tamaulipas, tiene un balance positivo, una pizarra a su favor. Con una mayoría precaria -también se puede decir: minoría mayor- logró avances en la implementación de su agenda: frenó el cobro de placas, sacó adelante su ley de austeridad -aunque no como se hubiera querido: con mayor potencia y amplitud- y lo más admirable: su recomposición luego de que dos de sus diputados guindos se marcharan desaforadamente a echarse en brazos del PAN y la no menos dolorosa traición de cinco de sus parlamentarios que agarraron estipendios bajo la mesa para hacer tambalear el control mayoritario de la bancada de MORENA.
Dos acciones de Armando Zertuche Zuani -líder del grupo parlamentario guindo- y correligionarios, mostraron que están aprendiendo: la dilatoria maniobra enfriando el veto del Ejecutivo estatal al dictamen para rechazar el pago del reemplacamiento y la magistral argucia -absolutamente legal- de abandonar la sesión en donde el PAN operó como una mayoría temporal y transitoria.
Las tareas de la IV T en el parlamento local, en el año congresal 2022 que se empatará con un turbulento año electoral obliga a lanzar una estrategia para amarrar la unidad de su diputados -más de dos andan aun coqueteando con los azules- y elevar los niveles del debate parlamentario.
El PAN, ya enseñó la oreja.
Algunos legisladores morenistas, exhibieron sus debilidades. Otros, no sólo mostraron sus limitaciones cognitivas; también, enseñaron que el dinero les dobla las corvas y los pone de hinojos ante un panismo que ya les tomó la medida.
Zertuche Zuani, ha ido tomando el control luego de un inicio en donde le cobraron la inexperiencia. El reynosense, se mueve con prudencia y sensatez, en un paisaje de altísima complejidad y de tenue equilibrio: en la mayoría de MORENA, coexisten simpatizantes de todos los precandidatos que aspiran a la candidatura de la gubernatura.
Esa argamasa de intereses, incorpora tensión, si Zertuche diera color por algún precandidato pondría en riesgo la cohesión del grupo parlamentario.
Varios diputados, juegan con el senador Américo Villarreal; otros más, se han abierto sus cartas a favor de Rodolfo González Valderrama; los legisladores del sur del estado, han externado sus simpatías por Adrián Oseguera Kernion y finalmente: hasta Héctor Garza, tiene una legisladora simpatizante.
Por lo pronto, en este 2021, Zertuche Zuani y sus diputados, sobrevivieron al sinuoso y cálido canto de las sirenas y al hipnotizante tintineo de las monedas.