Política

Casandra de los Santos se burla de la ley y los tamaulipecos
Por:Mauricio Fernández Díaz

Ciudad Victoria.- Por hartazgo y decepción, las personas apoyan cada vez menos a partidos como el PAN y el PRI. Probablemente, lo que más les duele son las injusticias, presenciar la vida de privilegios e impunidad que se prodigaban unos a otros. Si Morena no se refleja en ese espejo, pronto podría resentir también ese desprecio social.

Hay algunos pendientes con características de abuso de poder en la 4T tamaulipeca, y uno de estos es el de la diputada local Casandra de los Santos Flores, denunciada por amenazas y violencia contra nuestra subdirectora, Brenda Ramos.

Expondremos aquí los puntos esenciales del caso: el 20 de noviembre, la legisladora morenista encaró a Ramos y comenzó hostilizarla. En la discusión, de los Santos manoteó a la periodista y le tiró su teléfono móvil. Ante la agresión, Mauricio Fernández, su servidor, trató de tranquilizar a la diputada, pero también salió insultado. Los acusaba de investigarla y de compartir información sobre sus dichos y bienes. En efecto, Sentido Común es un medio de investigación, que busca la evidencia y corrobora los hechos. Casandra de los Santos aceptó que la disgustaba ese trabajo periodístico.

Como todo quedó grabado en video, el jaloneo se volvió viral rápidamente en Tamaulipas. Se aprecia, en efecto, a la diputada morenista hablar en tono amenazante. Incluso, para terminar con la discusión, pidió que le llevaran ante su presencia a Armando Zertuche, líder de la bancada.

Los periodistas preguntones y curiosos, como uno, ya están acostumbrados a los berrinches de funcionarios públicos, y dejan pasar estos episodios. Pero las vejaciones y amenazas no se toleran bajo ninguna circunstancia; se denuncian. Por eso Casandra de los Santos Flores debe responder ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de los hechos acreditados y sus consecuencias.

Por desgracia, la diputada de Morena se resiste a cumplir la orden de presentación para dar su testimonio y cursar la investigación. No quiere poner un pie en el Ministerio Público, y para ello argumenta que tiene fuero, que la ley la exime de la justicia.

Otra vez, el abuso de autoridad, otra vez, la impunidad. Y no provienen de un diputado del PRI o del PAN, a quienes sabemos capaces de eso; no. Vienen ahora de una diputada de Morena, de la corriente política comprometida con la igualdad, la justicia y la honestidad. De hecho, el presidente remarca mucho la idea de “calidad moral” para definir a la Cuarta Transformación que él encabeza.

Bueno, señoras y señores, hay un problema aquí, pues una diputada que se niega a cumplir un llamado de la fiscalía, y se declara inmune a la acción de la ley, no tiene calidad moral ante nadie. Y su situación se vuelve más irónica y risible cuando su cargo se relaciona precisamente con las leyes y el estado de derecho. En vez de ocultarse detrás del fuero, debería acudir al Ministerio Público y facilitar el desahogo de la denuncia. Si no por ella, debería hacerlo por las miles de mujeres que sufren maltratos y son desoídas, como Brenda Ramos. También podría hacerlo en consideración de los cientos de periodistas amenazados y agredidos en el país, como nuestra compañera Brenda Ramos. Buenas razones no le faltarían para limpiar su imagen, la de su partido y la de toda la clase política en su conjunto, que ha causado demasiados agravios a la sociedad tamaulipeca. Pero su actitud es otra; hasta podría decirse que se burla del fiscal, de Brenda y de los periodistas que siguen el caso.

Sentido Común no es un medio al que le guste armar escándalos ni ser el tema de controversia; para eso están los problemas de la sociedad, la actividad del gobierno y las historias de la vida diaria. Victimizarse tampoco le interesa ni presume. Queremos algo en verdad valioso para todos: que se repare el daño causado a nuestra periodista y se termine con la impunidad de los políticos y el abuso de poder.

Examinemos de nuevo la magnitud de la violencia contra periodistas que hay en México. Se trata de 362 agresiones contra la prensa tan solo en el primer semestre de 2021, de acuerdo con la organización Artículo 19. De estos ataques, 64 se cometieron en la Ciudad de México; 23 en, Tamaulipas; 23, en Quintana Roo; 22, en Puebla; 21, en Guerrero y 19 en Baja California.

Por el tipo de ataques, en primer lugar se encuentran las intimidaciones y el hostigamiento, justamente lo que nos ha tocado en Sentido Común. En segundo, vienen las amenazas, y en tercer lugar, las agresiones físicas o el uso ilegítimo del poder público. Como se puede observar, Tamaulipas es el segundo estado del país con más denuncias por agresiones a periodistas; la profesión, entonces, es demasiado vulnerable y está bajo riesgo permanente. Creemos que el periodismo en un bien social que ayuda a formar mejores ciudadanos, mejores gobiernos y mejores países. Pero, sin un periodismo libre y protegido, ¿cómo se puede aspirar a tan deseable meta?

Esperamos que estas ideas lleguen a oídos sensatos y se haga justicia a Brenda Ramos y a los periodistas que, como ella, han sido amenazados o agredidos por ejercer su trabajo. Morena tiene una deuda con la sociedad más alta que ningún otro partido, ya ganó la oportunidad de gobernar el país, y ahora el Congreso Local de Tamaulipas, gracias a la promesa de transformación que hizo a la gente, entre la que ha destacado la “calidad moral” de manera insistente.

Nosotros también seremos insistentes. Exigimos que la diputada Casandra de los Santos Reyes pida licencia y afronte como un ciudadano común su situación legal, que se haga responsable de sus abusos ante la ley sin escudarse, cobardemente, en su fuero.

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