Morena atrae más las preferencias con González Valderrama
Ciudad Victoria.- El sepulturero ya tiene abierta la fosa que servirá de tumba para el PAN en la elección del 2022. La única cuestión que aún espera respuesta es la designación del candidato de Morena. Pensándolo bien, esa ya se puede deducir a través de las encuestas recién publicadas. Se lo advertimos: el resultado le desagradará a los victorenses.
Rodolfo González Valderrama es el aspirante que asegura la victoria electoral más amplia para Movimiento de Regeneración Nacional, de acuerdo con Desmoscopia Digital, en un estudio reciente. Los números presentados le asignan el primer lugar de las preferencias con 40.6 por ciento, seguido por César Verástegui Ostos, del PAN, en segundo sitio, con el 22.1 por ciento.
La empresa cambia luego el ejercicio para medir las preferencias de Américo Villareal y arroja los siguientes resultados: el senador obtiene el primer puesto con 39.2 por ciento de las preferencias; en segundo lugar, otra vez, queda César Verástegui, del PAN, con 26.3 por ciento. Por ahorrarle tiempo a los lectores, omitimos las posiciones tercera, cuarta y quinta por su baja competitividad.
Esta es la información más trascendente del estudio: González Valderrama recibe más apoyo que Américo Villarreal. El primero tiene 40.6 por ciento de preferencias, y el otro, 39.2 por ciento. Parecen lo mismo, pero en matemáticas (y las elecciones se basan únicamente en ellas) no lo son. Estos datos vienen a respaldar los comentarios escuchados en fechas recientes sobre la elección interna en Morena: el senador se ha estancado, ha exhibido todo su potencial y ahora es incapaz de subir arriba del 40 por ciento, mientras que el doctor González Valderrama viene de menos a más y ya lo rebasó. La tibieza si no autocomplacencia del primero se refleja en sus números, y al segundo ya lo premian su esfuerzo y talento político para ganar respaldos. El médico de Ciudad Victoria mantiene su estrategia agazapada, pasiva, de oyente, como si esperara la ayuda de Palacio Nacional o de la Ciudad de México. El tiempo es tan precioso en política que perderlo se paga con lágrimas.
La encuesta contiene además otros indicadores ya característicos de esta clase de consultas, de los que estamos ampliamente enterados. Se trata del posicionamiento por partidos. A Morena los entrevistados le conceden el 45.7 por ciento de las preferencias, y a Acción Nacional, el 24.6 por ciento. Se sostiene la brecha sin puente ni paracaídas que hay entre el primero y el segundo sitio; la izquierda sigue como favorita para ganar la elección en Tamaulipas. Como decíamos al principio, estamos en la etapa en la que hay que buscar todavía al ganador, pero ya tenemos la seguridad de quién será el perdedor.
En esta carrera el PRI arrastra vergonzosamente su historia y está a un tris de perder el registro en la entidad. La encuesta de Desmoscopia Digital le da el 4.1 por ciento de las preferencias, ubicado en el tercer lugar. Le sigue Movimiento Ciudadano, en cuarto, con el 2.3 por ciento de las intenciones. Pero cuidado: si el candidato de MC fuera Arturo Díez, este instituto sube al tercer puesto, con 4.1 por ciento. Así de moribundo y famélico avanza el Revolucionario Institucional a la campaña de 2022. Nos preguntamos de qué le sirve al PAN una alianza con semejante esperpento. La derecha apoyándose en el tricolor nos hace recordar aquellas palabras dichas por Jesús, medio en broma y medio en serio: “¿Desde cuándo un ciego guía a otro ciego?”.
Hay una lámina de resultados que también pone a cada uno en su lugar, particularmente en la interna de Morena, y es el de elegir al mejor candidato de este partido. Este sondeo lo gana Rodolfo González Valderrama con el 28.4 por ciento de las preferencias, seguido por Américo Villarreal, con 27.1 por ciento. José Ramón Gómez viene detrás, en tercer lugar, con 12.1 por ciento, y todavía más atrás, en cuarto y último lugar, Maki Ortiz, con 11.7 por ciento, a quien ningún morenista quiere ver como su militante, menos como su abanderada.
La interna propiamente dicha está empatada entre Rodolfo González Valderrama y Américo Villarreal, pero hay que volver sobre algunos puntos ya marcados arriba. Américo se vació, ya no dio el estirón, en tanto que Rodolfo comenzó atrás y ha agarrado un paso veloz hasta rebasar al delantero. Si el médico no ha crecido más es porque la gente quiere un político en la gubernatura, alguien con oficio de estadista, de hombre de ideas, y Américo Villarreal no encaja en ese perfil. Américo es un excelente funcionario, mas no es un líder. Nunca lo ha sido. Rodolfo, en cambio, tiene la experiencia y el conocimiento del politólogo y del administrador público. Sabe de gobernanza y de acercarse a la gente. Se mueve entre los ciudadanos más que entre los figurones de Palacio.
Los tamaulipecos ya aprendimos por la mala a tomar en cuenta las señales que un político expresa a través de sus gestos, de su entonación de voz y de sus posturas. La impulsividad que caracteriza a Cabeza de Vaca como gobernador ya estaba acusada en su forma de actuar en público, pero lo relativizamos. Américo derrama laxitud y modorra a donde quiera que va. ¿Quién quiere un gobernador con un carácter dependiente y manejable?
Así, solo dos aspirantes están cerca de la candidatura de Morena al gobierno de Tamaulipas. La tropa restante deberá marchar a su sombra. Los más sensatos saben que no hay derrotas definitivas. Sin embargo, los malos perdedores, los ambiciosos, ya preparan la traición, la canallada de Judas, movidos por el resentimiento.
De eso hablaremos en otras entregas.
