Un padre que perdió a su hija a manos de un feminicida, invirtió un año de su vida para «cazarlo», hasta que dio con él y logró su detención.
Elideth tenía 29 años de edad cuando falleció a manos de Omar Sánchez Loera, su pareja y posterior feminicida.
Caza al feminicida de su hija
La mujer era especialista en derecho penal y tenía un hijo de diez años con Omar.
El 22 de junio de 2020 el padre de familia recibió una llamada en la que Omar confesó el crimen. El sujeto escapó sin dejar rastro.
A partir de la llamada, el padre de familia dedicó parte de su vida a buscar al asesino de su hija, quien fue asesinada hace más de un año en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México.
El padre dijo:
“Soy Gerardo Ríos, papá de Elideth Ríos Cabrera. Mi hija fue víctima de feminicidio hace un año y cuatro meses y medio”.
Gerardo Ríos, de 63 años, de la noche a la mañana se convirtió en cazador de feminicidas.
“El coraje era exactamente lo que me movía. Yo le juré a mi hija, a mi esposa: “yo no voy a parar hasta agarrar a este cabrón y hacerte justicia”.
Gerardo aún recuerda la llamada que recibió de Omar, quien se hacía llamar por otros nombres, como Erick Hernández Camacho, confesó el crimen.
“Yo nada más le habló para decirle que Elideth está drogada y está muerta”.
El padre cuenta que Omar ya había estado preso en el Reclusorio Oriente por homicidio con una sentencia de 122 años de prisión por homicidio, pero 6 meses después se fugó.
Gerardo, trabajaba en una imprenta de su propiedad. Después de la muerte de su hija utilizó su maquinaria para imprimir carteles con los que se plantaba en el Zócalo de la Ciudad de México con la foto de su hija y de Omar.
Esa acción la hacía con la esperanza de que el caso se hiciera visible y pudiera obtener pistas sobre él.
Después de un año de persecución, logró ubicarlo y aportó información a la policía de investigación.
El pasado 23 de octubre del 2021 lo llamaron para que fuera a reconocerlo.
“Lo veo, me le voy encima y lo único que pude fue darle una patada en los testículos. Cuando le doy la patada se empieza a reír. Estaba loco. No olvido la sonrisa burlona y dice: “te vas a ir conmigo, él fue el que me fugó del reclusorio”.
Al día siguiente convocaron a todas las partes implicadas en el caso para la primera audiencia en la que se imputaría a Omar el delito de feminicidio.
Don Gerardo narró en su relato:
“Y no llegaba el imputado. A los quince minutos me dicen que van a hacer un receso en lo que llega. Regresamos del receso y me dicen: me acaban de informar que el imputado falleció. Hasta donde sé, se ahorcó”.
Debido a la prematura muerte del asesino de Elideth, la carpeta de la mujer se cerró.
La persecución durante meses del feminicida de su hija no tuvo el final esperado, pero la acción del padre de familia ayudó a la comunidad para que un feminicida no estuviera suelto por las calles.
