Política

La Comuna

Las tareas de Armando Zertuche

José Ángel Solorio Martínez

La mayoría Guinda del Congreso de Tamaulipas, debería poner lupa a sus alcaldes -y a los ajenos igual- para que se eviten los viejos vicios del régimen de dispendio que se caracterizó por contratar créditos con la Banca privada para -a decir de los jefes edilicios-, cumplir con los compromisos con la ciudadanía.
Como se ha sabido, esos dineros terminaban yéndose a los bolsillos de contratistas y de alcaldes -y alcaldesas- generando una doble crisis: los problemas seguían sin solución y la sociedad terminaba pagando millones en intereses y sufriendo deficiencias en los servicios públicos en grados mayores.
Esa tentación, no viene sola.
Arrastra otra, igual de onerosa que aquella: subir los impuestos a los ciudadanos (predial, al comercio ambulante, multas de tránsito, incrementos de pagos por contratos de agua potable y drenaje, y mil etcéteras).
El caso de mayor claridad de esa visión anti IV T, es el alcalde de Reynosa, Tamaulipas, Carlitos Peña Ortíz. En su plan de ingresos, lleva corte parejo; bueno no tan parejo: le quiere cargar la mano a los de abajo en tanto a los fifís, les mantiene sus exquisitos privilegios como becas por agua potable, excepción de multas de tránsito y otras no menos jugosas como el predial.
La esencia de la IV T, es no joder al desprotegido.
Pensar en realizar convenios con la Banca privada para -dicen ellos- generar desarrollo, es la lógica neoliberal que tanto frenó el avance social, sobre todo en áreas habitadas por desvalidos; imaginar, que los empréstitos, es la única ruta para mejorar socialmente es olvidar que el camino recomendado por la izquierda y la IV T es la de salarios de austeridad republicana para los funcionarios y la honestidad juarista.
La nueva Mayoría congresal, comandada por Armando Zertuche Zuani, tiene la responsabilidad de hacer manita de puerco -sin metáfora alguna, toda vez que es una actitud bestial endeudar aún más a los pobres- a todo aquel alcalde o alcaldesa, que intente pasarse de listo con las viejas engañifas de los prianistas, para embuchacarse dinero que no es de ellos.
En la mayoría de los Ayuntamientos, sigue el pernicioso vicio de sostener nóminas abultadas; las compensaciones a voluntad del jefe edilicio; prebendas para los miembros del Cabildo y dinero sin control para los gastos de los Presidentes municipales.
Síndicos y regidores, insisten en comportarse como integrantes de las viejas elites de las cuales el ciudadano dijo -por su voto en la mas reciente elección- estar cansado y asqueado.
MORENA, -en asuntos de honestidad y austeridad- debe ver tanto el ojo ajeno, como el suyo propio.

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