Política

La Comuna

Los alicaídos makyavélicos

José Ángel Solorio Martínez

Reynosa, Tamaulipas, sigue siendo una ciudad gobernada desde la óptica panista. Lo que más destaca de esa administración municipal, es la insensibilidad del Jefe edilicio: sigue viviendo en Mission, Texas; cobra sin piedad los servicios públicos como el agua y drenaje a los más menesterosos, al tiempo de exentar de pagos a las élites reynosenses; visualiza al Ayuntamiento como un ente para engrosar sus cuentas en dólares y sigue dándole prioridad a su vida frívola y superficial y no a la responsabilidad que sus padres le compraron.
Ni siquiera ha pasado por la imaginación de Carlitos Peña Ortiz, poner en marcha una política de austeridad en el municipio. Los Secretarios, los Directores, los miembros del Cabildo, siguen cobrando estratosféricas compensaciones, en tanto el personal sindicalizado pasa las de Caín con sus empequeñecidos ingresos.
El chico, es una marioneta de su madre. Ella, decide en el Ayuntamiento: puso a los mas importantes Secretarios -incluyendo la Tesorera- para continuar con el control del erario; da órdenes para otorgar contratos a los proveedores y palomea pagos.
¿Es Reynosa, un feudo que MORENA deba considerar suyo?
Muchos aseguran, que no.
Al interior de la militancia guinda, existe grande decepción por la forma de gobernar del joven alcalde. Lejos de consolidar la alianza con la gente que lo llevó a la alcaldía, se ha alejado de ellos al tiempo de ningunearlos.
A pesar de ello, la doctora Maky Ortiz, se moviliza por todo el estado; se presume que quien subvenciona ese periplo, es la Tesorera de Carlitos, que en el pasado fue de ella: Esmeralda Chimal.
La ex alcaldesa, machaca con su narrativa feminista para que el lopezobradorismo la postule.
No ha podido, ganar simpatías en otras latitudes: MORENA la considera ajena a su proyecto, a la vez que el panismo -un tiempo logró consensos entre un panismo contrario al Ejecutivo estatal- por ahora la repudia por su traición: haberse puesto a la sombra de AMLO.
Maky, y su vástago, han olvidado que la mejor política externa es la interna. Es decir: la mejor forma de que los tamaulipecos conozcan a los ciudadanos que aspiran a representarlos, lo primero que deben hacer es trabajar por sus terruños; no lo han hecho.
Los makyavélicos están a la baja.
Cada día, se aleja más la posible reelección de Carlitos,.
Día a día se disipa, como humo de cigarrillo, la candidatura guinda de Ortíz Domínguez.

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