¡Sólo en México! Joven confunde casa con cibercafé; termina con refresco y pozole
La joven entró a la casa pensando que era un cibercafé y usó la computadora de los dueños, quienes le ofrecieron refresco y pozole
Son cada vez más las historias que se hacen virales en TikTok, aunque la más reciente logró acaparar la atención de los mexicanos pues se sintieron identificados con la joven que cometió un error al confundir un cibercafé, pero terminó comiendo pozole y refresco.
La joven usó TikTok para relatar una divertida anécdota sobre un bochornoso momento que pasó mientras estudiaba la universidad, pues fue en ese momento cuando buscaba desesperada un cibercafé para imprimir los documentos de una beca.
Detalló que tuvo que caminar hasta el centro de la ciudad donde vive porque es ahí donde se encontraban los cibercafé, sin embargo, no encontraba ninguno abierto y los que sí lo estaban no imprimían documentos, aunque esto no la detuvo y continuó con su búsqueda.
“Como Dios le da sus peores batallas a sus mejores guerreros yo seguí caminando hasta encontrar un ciber y eso pasó, encontré uno que me pareció muy peculiar porque sólo tenía dos computadoras, pero dije ‘este no es el momento de estar de juzgan’”, relata la joven.
Termina con refresco y pozole
Al entrar a la casa la joven se dio cuenta que había un señor sentado en una mesa, aunque no preguntó más y se limitó a saludar para pasar directamente a usar la computadora, incluso pidió un mouse para poder trabajar y se lo entregaron sin problema.
Más tarde, llegaron algunos niños con uniforme de la escuela y comenzaron a sacar platos y vasos para comer. Uno de ellos se acercó a la joven y le ofreció un vaso con refresco al que Fathyma no se negó pues pensó que se trataba de algo de cortesía.
Luego este mismo niño se acercó para ofrecerle pozole pues era momento de comer, aunque ella lo rechazó y le pareció extraño dado que se trataba de un cibercafé.
Finalmente se acercó al señor para preguntar cuánto sería por el uso de la computadora y las impresiones, fue cuando éste le dijo que no era nada ya que no era un cibercafé pero no querían molestarla pues estaba muy concentrada.
“Yo empecé a sentir la cara pero si bien caliente, le dije ‘pero cómo que no es ciber, señor, ¿por qué no me dijo?’ y dice ‘no, muchacha, es que yo te vi muy concentrada y la verdad es que no te quise interrumpir’ (…) A mí se me caía la cara de vergüenza”, dijo la joven.