Por:Mauricio Fernández Díaz
Busca PAN salvación en priistas, perredistas y morenistas
Ciudad Victoria.- Así como el Amazonas se queda lentamente sin árboles, y los mares se quedan lentamente sin delfines, así se extinguen los simpatizantes del PAN en Tamaulipas.
Este proceso es consecuencia de las pésimas decisiones tomadas por la dirigencia del partido y la falta de resultados del gobierno del estado. Los panistas, los de años, se sienten ignorados por el primero y decepcionados por el segundo. Las siglas de Acción Nacional ya no causan furor entre la gente, ya no mueven familias, jóvenes ni profesionistas como lo hicieron en la campaña del 2000, a principios de siglo. Misma pasión invadió a los panistas de Tamaulipas en 2016, deseosos de sacar al PRI del poder, y lo hicieron. Hoy, de aquellas alegrías, solo queda el recuerdo.
Con la base de simpatizantes y militantes actual, Acción Nacional podría perder limpiamente la gubernatura del estado en 2022. Muchos han desertado, otros rechazan apoyar, y varios se han vuelto hasta enemigos, a pesar de la filiación que los une.
El único camino que encontró el PAN para fortalecerse es recurrir a otros partidos, pero no para formar una coalición o una candidatura común. Eso nunca. Se ha metido a saquearlos, a llevarse sus figuras, a desangrarlos de sus miembros para unirlos a su propia causa.
La confirmación de lo anterior se dio en el evento del sábado 16 en el Polyfórum Victoria, pero comenzó incluso desde antes. Como operador del PAN se fue a Nuevo Laredo Heriberto Ruiz Tijerina, ex dirigente de Movimiento Territorial, del PRI, allá por 2018, donde hizo equipo con el panista Enrique Rivas; incluso asesoró campañas albiazules en otras localidades. Asimismo, Óscar Almaraz Smer, también ex priista, famoso por integrar la administración de Eugenio Hernández Flores, colaboró con los panistas desde 2018, a quienes agregó su equipo de trabajo. Estos últimos fueron fundamentales en las elecciones de 2019, que le dio a Acción Nacional 21 de las 22 victorias posibles.
Sin esa fuerza priista, el PAN no habría remontado la mala percepción que ya pesaba sobre él. Fue la vieja estructura tricolor la que le dio los votos necesarios en los comicios de 2018, 2019 y 2021, aunque en este último no lograron contener la caída.
Consciente, pues, de su baja militancia, ante la proximidad de la elección decisiva, la derecha ha salido otra vez a “cosechar” militantes y operadores de otros partidos para oxigenar sus posibilidades de competir. Ese ha sido, en esencia, el propósito del evento del sábado 16 de octubre en el Polyfórum Victoria. Veamos de dónde llegaron uno a uno esos nuevos “simpatizantes”.
Lety Salazar, ex alcaldesa de Matamoros. Se ubicaba en el ala de los enemigos del cabecismo; su delito, haberle competido a Francisco García Cabeza de Vaca la candidatura a gobernador. La amarga confrontación con el Ejecutivo estatal motivó la prisión impuesta a uno de sus colaboradores, Alfredo Biasi, y una denuncia a ella por un supuesto faltante de 300 millones de pesos. Por todo esto, Lety ya no quería saber nada del PAN, y tuvo acercamientos con Morena. Pero César Verástegui la buscó y logró convencerla de integrarse a su proyecto. Más que un regreso a Acción Nacional, a Salazar solo la une a estos la palabra del Truco.
Mario Sosa Pohl, exdirigente del PRD; también fue alcalde de Ciudad Madero. El ingeniero Sosa pasó una temporada en prisión, en tiempos de Tomás Yarrington, por un proceso relacionado con desvío de recursos, del que resultó absuelto. Luego, comenzó una relación de entendimiento con los gobiernos priistas hasta que el PAN les quitó el poder. Con Francisco García Cabeza de Vaca solo hallaron aislamiento y desprecio, pero la situación puede cambiar gracias al Truco, un interlocutor que sí negocia, acepta acuerdos y sabe ceder.
Ricardo Gaviño Cárdenas, exdirigente estatal del Partido Verde. No era militante ni residía en Victoria (de donde es originario), pero un buen día cayó en la capital convertido en presidente del PVEM. Dejó a su partido cerca de retener el registro, pues obtuvieron el 2.6 por ciento de la votación en 2021. Su único acierto fue darle oportunidad a jóvenes con buen perfil académico. Dejó el PVEM después de los comicios y se le vinculó al equipo de Arturo Díez Gutiérrez, a quien ya declaran candidato del MC a gobernador. Para muchos, su asistencia al evento del Polyfórum fue una sorpresa, pero con el ingeniero Verástegui todo es posible.
Florentino Sáenz Cobos o Tino Sáenz. No necesita presentación, pero la reseñaremos: ha sido alcalde de Ciudad Mante, dirigente campesino y diputado local, todo bajo la insignia del PRI, en la etapa más exitosa del partido. Fue integrante de la 64 Legislatura Local, de mayoría panista, donde le tocó el triste papel de Judas Iscariote al aprobar el blindaje de ley a García Cabeza de Vaca que le concedieron los diputados del PAN. Posiblemente desde entonces signó una alianza con los intereses de la derecha. En consecuencia, su presencia en la reunión masiva del Truco se consideró normal.
Alejandro Guevara Cobos. Priista desde los 19 años. Ha sido cuatro veces diputado federal. Ascendió en el gobierno de Enrique Peña Nieto hasta la Coordinación de Giras Presidenciales. Compitió internamente en el PRI para la candidatura a gobernador en 2016. Guevara Cobos entró por unas horas a la 65 Legislatura como diputado plurinominal, pero el Tribunal Federal se lo retiró para dárselo al PAN. Acudió al encuentro del Polyfórum a pronunciar en público su apoyo a César Verástegui.
Este breve repaso ilustra claramente que el panismo, el voto duro de la derecha y los seguidores de Gómez Morín, simplemente no pinta para ganar la elección de 2022. Más que músculo, Acción Nacional intentó esconder la desnutrición que lo aqueja en Tamaulipas y el resto del país. En los registros oficiales de 2012, el PAN tenía un millón 800 mil afiliados. Ahora cuenta solo con 270 mil miembros, según las cifras de 2021. Esto significa que ocho de cada 10 panistas han renunciado al partido en los últimos nueve años.